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Evolución y desafíos en los contratos petroleros, de Indonesia para México

Uno de mis temas favoritos en materia de petróleo y gas natural es la definición de los contratos para la exploración y extracción de hidrocarburos y su mecanismo de adjudicación. Me gusta el tema porque los contratos y cómo son adjudicados definen los incentivos que tendrán las petroleras para extraer, o no, eficientemente los hidrocarburos asociados.

En 1966 en Indonesia, se lanzaron por primera vez los contratos de producción compartida (PSC por sus siglas en inglés); dichos contratos fueron adjudicados mediante negociaciones directas y marcaron el inicio de la historia petrolera de Indonesia; el mecanismo de pago de estos contratos era en dos vías: • Recuperación de costos.- se permitía recuperar los costos incurridos hasta el 40% de la producción. • Participación de la utilidad.- sobre el restante 60% de la producción, se asignaba el 35% para el contratista.

Esta primera generación de contratos de producción compartida junto con la creación de la empresa estatal Pertamina (1968) marcó el inicio de la historia petrolera de Indonesia que le permitió alcanzar un pico de producción de 1.5 millones de barriles por día al principio de la década de los noventa.

Sin embargo, no todo fueron buenas noticias, a mediados de esa misma década los problemas de este tipo de contratos se empezaron a hacer evidentes. La recuperación de costos en 1997 alcanzó 3.5 billones de dólares anuales, un monto superior al presupuesto destinado en educación, lo cual generó una presión política muy fuerte. Adicionalmente, los escándalos de corrupción no se hicieron esperar ya que Pertamina era juez y parte en la autorización de los costos y carecía de mecanismos transparentes de supervisión de costos para las empresas internacionales.

Estas presiones hicieron que en 2001 se creara un regulador petrolero independiente y semi autónomo denominado BPMIGAS; sin embargo 11 años más tarde fue disuelto por diversos motivos pero destacan: favorecía a empresas internacionales, ejercía un pobre control sobre los costos y no era transparente. En 2012 se creó en su lugar el SKKMIGAS, organismo dependiente al Ministerio de Energía y Recursos Minerales.

Recientemente, una buena amiga y analista del sector me contó que en 2017, Indonesia introdujo un esquema de gross-split (división de la producción), sin recuperación de costos, que en algunos otros casos existen ambas posibilidades. La introducción del gross-split buscaba reducir los costos administrativos tanto para el Estado, como para las empresas; así como buscar un esquema más simple y con indicadores fácilmente medibles y verificables como la producción.

Los esquemas de recuperación de costos a lo largo de la industria petrolera han mostrado tener dos ineficiencias:

  • Generan incentivos a las petroleras a sobre-gastar, algo denominado en la industria como Gold-Plating; al tener recuperación de costos asociados al valor de la producción se generan incentivos para gastar a precios altos aún cuando no sea necesario.
  • Generan altos costos de supervisión para el Estado y altos costos de administración para las empresas. La recuperación de costos requerirá lineamientos legales, supervisores y demás personal que requiere el estado para supervisar; así mismo, las empresas tendrán que contratar personas para asegurar que los costos les sean reembolsados.

En México, si bien ya hubo experiencia con distintos modelos contractuales que vale la pena comentar en otro artículo, en la reciente apertura a la inversión privada para asociaciones con Petróleos Mexicanos se optó por incorporar un esquema de recuperación de costos como parte de la remuneración al contratista dentro de los recientes contratos mixtos publicados.

La aprobación de dichos costos recae en una entidad distinta a Pemex, lo cual es una mejora importante para evitar algunos de los problemas que se vivieron en Indonesia; sin embargo, todavía existen riesgos para caer en los dos problemas descritos. Algunas ideas para mitigar esto serían:

  • Hacer públicos los costos de los proyectos para permitir, entre otras cosas, la generación de comparativos entre campos para mostrar eficiencias entre distintos operadores
  • Crear un sistema de aprobación de costos (por parte de la Secretaría de Hacienda) eficiente y ágil, que evite los costos administrativos adicionales para las empresas y retrasos en los pagos.

No hay fórmula perfecta en la definición de la forma en que asignan contratos para la exploración y extracción de hidrocarburos, pero hay mucha historia que nos permite aprender y mejorar en la forma en que asignamos derechos para la exploración y extracción de nuestros hidrocarburos que tanto beneficio han traído para nuestro país.

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