Petróleos Mexicanos centra su atención en tres problemas estructurales para revertirlos durante este sexenio, declaró Alberto Velázquez, titular de Finanzas de la empresa.
Desde su posición en la Empresa Productiva del Estado, señaló que la compañía petrolera presentó al principio del sexenio tres problemas estructurales: un «elevado y excesivo» robo de combustibles, la duplicación de la deuda en cinco años y su elevada carga fiscal.
En la conferencia de clausura del Foro Oil & Gas de Siemens, Alberto Velázquez informó que el robo de combustibles presentó durante los últimos cinco años una pérdida acumulada equivalente al 80 por ciento de los vencimientos de deuda de la empresa para este año.
En tanto, el problema de la deuda se manifestó el año pasado con el pago de intereses por un monto de 122 mil millones de dólares, dijo el titular de Finanzas de Pemex.
Mientras que la elevada carga fiscal se observa en la entrega de un millón de pesos en impuestos al año de Pemex al Estado.
Las soluciones
Este gobierno ha decidido enfrentar los problemas de Pemex por medio de diversas medidas, señaló Alberto Velázquez.
Por una parte, el robo de combustibles ha bajado más de 90 por ciento durante los últimos seis meses, al pasar de 800 mil barriles al día a sólo 5 mil, informó el funcionario federal al explicar el resultado de la estrategia de seguridad.
Además, la Empresa Productiva del Estado no adquirirá nueva deuda, sostuvo Velázquez. De este modo, la compañía petrolera puede pensar en reducirla en 2022.
Por último, se comenzará a reducir la carga fiscal de Pemex. Mientras el beneficio fiscal de Pemex para 2019 será de 30 mil millones de pesos, para 2021 se estima que alcance hasta 91 mil 600 millones de pesos, concluyó el funcionario federal.