El grupo financiero suizo UBS advirtió que Petróleos Mexicanos (Pemex) continuará siendo el mayor pasivo de corto plazo para la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, incluso bajo el nuevo esquema financiero presentado por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
El análisis de UBS se basa en la estrategia operativa y de inversión anunciada en agosto de 2025, que contempla la emisión de bonos por 12,000 millones de dólares para cubrir compromisos inmediatos, así como la creación de un fideicomiso de 13,250 millones de dólares destinado exclusivamente a proyectos de inversión. El objetivo es que Pemex pueda cubrir sus amortizaciones de deuda por cuenta propia a partir de 2027.
Sin embargo, el banco europeo señaló que el éxito del plan dependerá “en gran medida” de la participación del sector privado, de la capacidad de Pemex para reducir costos y de su disposición para ejecutar proyectos con rentabilidad financiera positiva. UBS también cuestionó la viabilidad del modelo, al considerar que el historial de la empresa “hace difícil ser optimista en esos frentes”.
Actualmente, Pemex enfrenta un pasivo financiero de 98,800 millones de dólares, mientras su producción petrolera se encuentra en el nivel más bajo en cuatro décadas. El negocio de refinación, por su parte, arrastra retrasos desde 2022. Aunque el nuevo plan refuerza la integración vertical y amplía la producción hacia energéticos alternativos, UBS considera que no representa una ruptura significativa con la política energética iniciada en 2018.






