El presidente electo Donald Trump ha expresado su intención de aplicar aranceles más altos a las importaciones de productos solares, lo que podría frenar el reciente auge de la energía solar en Estados Unidos. Su propuesta se centra en un aumento de los aranceles del 7.5% al 25%, con una promesa de imponer tarifas del 60% sobre los productos chinos, lo que reavivaría las políticas comerciales de su primer mandato. La industria solar, beneficiada por la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), ha visto un crecimiento significativo, con más de 265,000 millones de dólares en inversiones en energías limpias y la creación de 330,000 nuevos empleos.
A pesar de las tensiones comerciales, la capacidad de fabricación de módulos solares en EU ha aumentado de manera significativa, alcanzando 31.3 GW en el segundo trimestre de 2024, con un fuerte impulso de inversiones en estados clave como Arizona, Georgia y Carolina del Norte. Sin embargo, la implementación de los nuevos aranceles podría interrumpir este progreso, afectando la cadena de suministro y el precio de los equipos solares.
Algunos analistas sugieren que los recortes selectivos a los créditos fiscales de inversión (ITC), en lugar de una cancelación total de la IRA, podrían ser una estrategia más viable para la administración Trump, dadas las implicaciones económicas.
Si bien el apoyo bipartidista a las políticas de energía limpia es evidente, la industria solar se enfrenta a la incertidumbre sobre el futuro de los incentivos fiscales y el impacto de los aranceles adicionales en la competitividad del sector. La pregunta clave será cómo la industria estadounidense llenará los vacíos en la cadena de suministro si se implementan mayores tarifas.