Por: Marisa Miranda
Desde la transformación digital hasta la descarbonización, SLB se ha adaptado para seguir siendo un jugador clave en la industria energética mexicana y a nivel global. La transición de Schlumberger a SLB marcó una nueva era para la compañía, no solo con un cambio de imagen, sino con una visión renovada centrada en la tecnología y la sostenibilidad.
Luego de un año al frente de las operaciones de SLB en México y Centroamérica, William Antonio, Managing Director, comparte en entrevista exclusiva para Global Energy su perspectiva sobre los retos y oportunidades en un contexto de cambios profundos para la industria energética.
A pesar de los desafíos propios de la industria, el primer año de gestión de William Antonio ha traído logros significativos, como un mejor desempeño de seguridad en la historia de la empresa en México y una de las mejores calificaciones en calidad de servicio.
El renacer de SLB
El cambio de Schlumberger a SLB no solo implica un nuevo logo, sino una transformación en la visión de la empresa. Aunque el nombre Schlumberger ha sido sinónimo de la industria petrolera durante casi 88 años, la nueva marca busca ir más allá del petróleo.
Actualmente SLB está comprometido con la responsabilidad social y ambiental, en donde promueve sus valores en protección al medio ambiente y transición energética, con un fuerte enfoque en la descarbonización. La visión global de la compañía apunta hacia un planeta más balanceado y, en México, la recepción es positiva, tanto por parte de empleados como de clientes.
Por otra parte, uno de los compromisos más importantes asumidos por SLB es alcanzar el Net Zero para 2050, incluyendo emisiones de alcance 1, 2 y 3.
Asimismo, SLB muestra avances significativos en la implementación de tecnologías de transición en México y Centroamérica. Estas tecnologías permiten a nuestros clientes reducir su huella de carbono y optimizar sus operaciones, además de que les ayudamos a alcanzar sus metas de sostenibilidad. De las 34 tecnologías certificadas que la empresa tiene aprobadas, casi 20 ya se han implementado en la región.
Una de las tecnologías más disruptivas de SLB en el mercado es la perforación direccional autónoma, una innovación que transforma la manera en que se perforan los pozos para reducir el riesgo humano y aumentar la eficiencia en 50%.
De igual forma, SLB trabaja en la captura y secuestro de carbono (CCS), una tecnología que ya se está utilizando en las regiones del Mar del Norte y Brasil, y que la compañía busca ahora implementar en México. Esta tiene el potencial de reducir significativamente las emisiones de CO2 en varias industrias, no solo en la petrolera.
New Energy: SLB en el futuro
El liderazgo de SLB en nuevas energías también impulsó la creación de una división dedicada exclusivamente a esta área desde 2022. New Energy está enfocada en proyectos de captura de carbono, geotermia, hidrógeno bajo en carbono y almacenamiento de energía. En México, aunque el marco regulatorio para las energías limpias aún está en desarrollo, SLB ya trabaja en proyectos piloto en geotermia e hidrógeno.
En términos de hidrógeno bajo en carbono, SLB ya cuenta con un joint venture en Francia que desarrolla una tecnología disruptiva en hidrógeno de bajo carbono que podría ser implementada en México en un futuro cercano, pues es vista como una pieza clave en la estrategia de descarbonización de SLB.
Aunque México ha avanzado hacia la descarbonización y la transición energética, todavía tiene camino por recorrer. Sin embargo, el director general de SLB ve con buenos ojos las iniciativas recientes que ponen el tema en la agenda de muchas empresas e industrias.
Sobre esta línea, SLB también ha acelerado su programa de ESG (Environmental, Social, and Governance) para reducir sus emisiones en 32% a pesar de haber aumentado su actividad en un 35%. Este éxito se dio a través de la revisión de modelos operacionales, adopción de tecnologías de transición y optimización de procesos logísticos.
Además, William Antonio destaca que los clientes en México ahora están más interesados en reducir su huella de carbono y parte del protocolo para realizar proyectos es conocer qué tecnologías pueden adoptar para lograrlo. Esto, explica, es un cambio significativo en comparación con hace cinco años, cuando ese comportamiento solo se veía en zonas como Europa o Australia.
Optimización con tecnología
El uso de tecnologías es una tendencia que llegó para quedarse. La digitalización es un pilar estratégico para SLB, ya que mejora la eficiencia operativa y contribuye a reducir sus emisiones. Durante la pandemia de COVID-19, las operaciones remotas se convirtieron en una necesidad, y ahora se han establecido como una de las principales maneras de reducir la huella de carbono y mejorar la seguridad.
Al respecto, William Antonio destaca que SLB ha invertido recursos financieros, tiempo y esfuerzo en tecnologías digitales para mejorar la eficiencia de sus clientes, como la plataforma digital Delfi, una de las más reconocidas a nivel mundial, que ya está siendo implementada en México y se espera que juegue un papel crucial en la optimización de las operaciones de exploración, perforación y producción.
México, un gran reto
Hacia el futuro, SLB tiene claras sus prioridades para fortalecer su presencia en México: garantizar la seguridad en todas las operaciones, adaptarse a las complejidades técnicas del país, y ayudar a los clientes a reducir tanto sus costos como su huella de carbono.
Finalmente, una prioridad clave para SLB es el talento humano.
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