Una nueva planta recicladora, denominada Rafiqui, iniciará operaciones en México con el objetivo de procesar 1,000 toneladas anuales de paneles solares desechados. Este proyecto, impulsado por varias empresas del sector energético solar, busca abordar la creciente necesidad de gestionar los residuos de la primera generación de paneles que han cumplido su ciclo de vida o que han sido retirados. Ximena Cantú, ESG Officer de Energía Real y directora de Rafiqui, destacó que la planta operará sin fines de lucro, enfocándose en el reciclaje sostenible.
Según la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA), se prevé que para el 2030, México necesitará procesar hasta 36,500 toneladas de paneles solares retirados, lo que resalta la relevancia de esta iniciativa. Además, Rafiqui donará paneles que aún mantengan cierta eficiencia a comunidades vulnerables, contribuyendo así al acceso a energía limpia y apoyando los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) del Pacto de Naciones Unidas.
La información fue destacada en una publicación de Santiago Villagomez, CEO de Energía Real, quien expresó su satisfacción por el lanzamiento de Rafiqui como un paso significativo para reducir la huella de carbono de las operaciones del sector. Villagomez mencionó que la creación de esta planta surge de un «sentimiento incómodo» sobre cómo manejar los residuos generados, y subrayó la importancia de unir fuerzas con otros actores del sector para enfrentar desde un inicio los desafíos del ciclo de vida de los paneles solares y las baterías de litio.
Entre los fundadores de Rafiqui se encuentran empresas como Beetmann, Bright, Energía Real y Engie, y se están recaudando 15 millones de pesos para llevar a cabo el proyecto. Villagomez también agradeció el apoyo de sus colegas y el consejo de asesores que han contribuido al desarrollo de esta iniciativa.
Rafiqui representa un paso clave hacia una economía circular en el sector solar, enfocándose en la gestión responsable de los residuos generados por paneles solares y baterías de litio.