El 4 de febrero, el Consejo de la UE decidió fijar precios máximos para el diésel y los productos petrolíferos que proceden o se exportan desde Rusia, esto ocurre después de que en diciembre Bruselas impuso un límite al gas y al petróleo ruso.
Se precisa que el primer límite máximo para los productos petrolíferos comercializados con descuento respecto al crudo, como el aceite combustible, sería de 45 dólares el barril; mientras que el segundo para los productos petrolíferos comercializados con precios superiores respecto al crudo, como el diésel o el queroseno, sería de 100 dólares el barril.
El diésel representó más del 50% de las exportaciones rusas de combustible a la UE. En el periodo previo al embargo, los países de esta comunidad política siguieron siendo el mayor comprador. Y estaba abasteciéndose febrilmente de combustible en los últimos meses.
Así, en diciembre, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), las exportaciones rusas de diésel alcanzaron un máximo de varios años de 1.2 millones de barriles diarios. De ellos, 720,000 fueron a Europa.
También aumentaron los suministros alternativos. El análisis de la empresa Vortexa muestra que en la semana hasta el 29 de enero la UE recibió de Arabia Saudita un 80% más de diésel que la media del año pasado. Asimismo, las importaciones de EEUU y Emiratos Árabes Unidos (EAU) se cuadruplicaron.
¿Сuáles serán las consecuencias?
El grupo de investigación Wood Mackenzie calcula que el embargo reducirá las existencias de combustible en el noroeste de Europa a 210.4 millones de barriles a finales del invierno, el nivel más bajo desde 2011. Los expertos contemplaron la posibilidad de un racionamiento de diésel.
Como el combustible es necesario para el transporte de mercancías, los precios de éstas aumentarán. En consecuencia, el embargo acelerará la inflación que ya está en su punto álgido en la UE.
De acuerdo con el diario español La Vanguardia, el bloqueo equivale a abandonar 14,000 piscinas olímpicas de diésel. El déficit afectaría al 42% de los automóviles de turismo, el 91% de las furgonetas y el 96% de los camiones de Europa.
La plataforma de análisis de materias primas Kpler estimó que la demanda de petroleros aumentará un 7.2% debido al alargamiento de las rutas. En consecuencia, subirán los costos de transporte. En otras palabras una crisis de petroleros, tal como lo advirtieron los expertos, se avecina.