Los países miembros de la Unión Europea mantuvieron conversaciones este miércoles sobre cuál debe ser el límite del precio para el crudo ruso, pero el diálogo quedó estancado. La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, confirmó que los embajadores de la UE no lograron consensuar una postura común en torno al establecimiento de un tope. No obstante, agregó que las conversaciones sobre esta cuestión van a continuar.
Según la expresión utilizada por un diplomático, «el precio es el problema». Asimismo, los informantes indicaron que Varsovia corre el riesgo de exagerar sus cartas y retrasar tanto el tope de precio como el próximo paquete de sanciones antirrusas.
Mientras, Chipre, Grecia y Malta consideran que el límite es demasiado bajo y exigen una compensación por la pérdida de negocios o más tiempo para ajustarse, escribe Reuters, remitiéndose a diplomáticos del bloque comunitario. «Chipre quiere una compensación. Grecia quiere más tiempo», afirmó una fuente.
Hungría tampoco apoya la introducción del tope al precio, lo que llevó a varios diplomáticos de la UE a calificar su postura de «mojigata», señala Politico.
Previamente, Bloomberg ya informó, citando a personas familiarizadas con la situación, que el brazo ejecutivo de la UE propuso un nivel de 65 dólares por barril, pero que Polonia y las naciones del Báltico —Estonia, Letonia y Lituania— lo rechazaron al considerarlo demasiado generoso con Moscú.