Actualmente, 34 por ciento del consumo total de energía de las empresas mineras afiliadas a la Cámara Minera de México (CAMIMEX) que operan bajo altos compromisos y estándares de protección al medio ambiente proviene de fuentes limpias como la eólica o solar, sin embargo, de aprobarse la iniciativa de reforma constitucional al sector eléctrico presentada por el gobierno federal, se obligaría a todos los sectores productivos de México a adquirir energía de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sin importar lo sucia, cara e ineficiente que pueda ser, advirtió la CAMIMEX por medio de un comunicado.
Ante este panorama, la organización minera reconoció que la aprobación de la iniciativa conlleva graves implicaciones ambientales, económicas y sociales que afectarán el bienestar de la población y la actividad económica de sectores clave para la recuperación de la economía.
“Esta reforma provoca incertidumbre para las empresas que invierten en nuestro país, ya que la restricción sobre el uso de cualquier mineral considerado como “esencial para la transición energética impacta negativamente a los sectores que contribuyen de manera significativa a la reactivación económica necesaria para México y pone riesgo las operaciones mineras que ya existen en el territorio nacional”, señaló.
Además, gregó que la propuesta de Reforma viola el principio de irretroactividad, lo que puede ser un obstáculo para que la industria mexicana sea sostenible. Asimismo, la cancelación de los permisos eléctricos impediría que las operaciones mineras puedan tener acceso a fuentes limpias de generación eléctrica.
“Un monopolio en el suministro de energía eléctrica puede encarecer el uso de energía para las familias y las industrias. El incremento en los costos de generación eléctrica podría volver económicamente inviables a una gran cantidad de proyectos mineros que son necesarios para el desarrollo del país”, afirmó.
La CAMIMEX hizo un llamado al Poder Legislativo para que se realice un parlamento abierto, que verdaderamente escuche a todas las voces expertas y en el cual se reflexione de manera objetiva sobre los efectos de esta iniciativa para el presente y futuro de México.
Aseguró que está a favor de un sector eléctrico sólido fuerte que garantice la seguridad y la soberanía energética de México, pero a través de un sistema eléctrico robusto, confiable, diversificado, justo, balanceado y con precios competitivos que aseguren un desarrollo sostenible.