Desde hace un par de años, con la implementación de nuevas regulaciones impuestas por el Gobierno de México, el mercado de la industria eléctrica ha estado en constante evolución, lo que ha sido retador para los negocios. Por otra parte, la pandemia evitó que algunas empresas continuaran con su ritmo habitual de trabajo, lo cual también ha significado un descenso en su consumo energético. Además, al no impulsar la producción de renovables, se cuenta con limitadas alternativas para la generación de energía durante tiempos de crisis.
Con la combinación de estos factores, se ha tenido un balance negativo en la economía y en la inversión extranjera en nuestro país. Sin embargo, de acuerdo con María José Treviño, Directora General de Acclaim Energy México, todavía hay muchas opciones para que los consumidores reduzcan su gasto energético, mejoren su confiabilidad y alcancen sus objetivos, ya sean económicos o de sustentabilidad.
“Desde la Iniciativa Privada (IP) entendemos que el presidente quiere proteger a México, sin embargo, nosotros queremos hacer lo mismo utilizando el marco de referencia que establece la ley para que las empresas tengan opciones para mejorar la manera en la que compran energía, mitigar riesgos, conseguir confiabilidad para sus negocios y reducir el impacto negativo en el medio ambiente”.
Dijo que la tendencia mundial es hacia las energías renovables para cumplir con las metas de sustentabilidad a nivel global, lo cual implica que las empresas analicen quedarse en México o irse a otros países donde sí se les permita cumplir con dichos objetivos, “el ambiente de incertidumbre regulatorio ha presentado un impacto negativo en materia económica y ambiental”, explicó Treviño en relación a la iniciativa presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador para reformar la Ley de la Industria Eléctrica.
En entrevista para Global Energy, la directora de Acclaim Energy señaló que existen diversos mecanismos para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) aprovechando la colaboración y expertise de la IP para implementar proyectos eficientes y redituables. En ese sentido, destacó que en los negocios cada empresa se debe enfocar en las actividades que les hagan crecer su inversión y dejar a los demás producir los bienes o servicios que se puedan adquirir de una manera más económica para que toda la cadena sea más eficiente, productiva y que todos salgan ganando.
“La CFE se debe enfocar en el desarrollo de infraestructura para generación y distribución, mientras que la IP se debe enfocar en proyectos de generación, los cuales han demostrado que pueden operar de manera más eficiente y menos contaminante, pero todo dentro de un marco de colaboración para que también la CFE comercialice, sea parte de esta cadena y se pueda fortalecer”, precisó la experta.