El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este martes una orden ejecutiva destinada a incentivar la industria del carbón. El decreto tiene como objetivo satisfacer la creciente demanda de energía, impulsada por el uso intensivo de la Inteligencia Artificial (IA) y el auge de los centros de datos.
Trump declaró que ordenará al secretario de Energía, Chris Wright, invertir en tecnología avanzada para modernizar las plantas de carbón. «Todas esas plantas que han sido cerradas van a ser abiertas de nuevo si son lo suficientemente modernas o serán demolidas y se construirán otras nuevas», comentó durante su discurso ante trabajadores de la industria del carbón.
El presidente también pidió al Departamento de Justicia relajar las regulaciones sobre el uso del carbón, buscando facilitar el desarrollo del sector. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, enfatizó que el carbón es esencial para mantener el liderazgo de Estados Unidos en el campo de la energía y la IA.
Esta acción es parte de un enfoque más amplio de Trump para revertir compromisos medioambientales previos, incluida su decisión de sacar a Estados Unidos del acuerdo de París sobre cambio climático. Además, se ha retomado la producción y distribución de pajitas de plástico, lo que refleja su política en favor de la industria y contra regulaciones ambientales estrictas.