El gobierno de Claudia Sheinbaum ha acelerado la extinción de más de 40 filiales de Petróleos Mexicanos (Pemex), tanto en México como en el extranjero. Esta medida forma parte de la reforma energética que busca restituir a Pemex como una empresa pública, reducir costos y mejorar su eficiencia operativa.
Entre las filiales afectadas se encuentran el Grupo PMI, encargado de la comercialización internacional de hidrocarburos, y otras entidades como Pemex Finance en Islas Caimán y la reaseguradora Kot Insurance en Suiza. Muchas de estas filiales operan en jurisdicciones fiscales favorables y han sido objeto de cuestionamientos por la Auditoría Superior de la Federación desde 2004.
La extinción de estas entidades, algunas de las cuales carecen de oficinas o personal, busca simplificar la estructura de Pemex y eliminar empresas innecesarias. El objetivo es promover una mayor transparencia y reducir los gastos de la compañía.
La medida, que continúa un proceso iniciado en el sexenio de Enrique Peña Nieto y continuado durante la administración de López Obrador, se acelerará bajo la administración de Sheinbaum. Se espera que las nuevas leyes secundarias que regulen la operación de Pemex sean presentadas en 2024.