La Secretaría de Energía asegura que la iniciativa de reforma energética no cerrará la puerta a la inversión privada en México. Según Luz Elena González, titular de la dependencia, “la reforma busca regular y motivar dicha inversión”, manteniendo un esquema de distribución del 54-46, donde el Estado generará el 56% de la energía demandada, mientras que el resto será aportado por privados bajo reglas claras.
Durante una conferencia de prensa, González explicó que la reforma “permitirá una participación ordenada en función de las necesidades regionales”, priorizando la generación de energía limpia y renovable. Además, indicó que Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) “dejarán de ser Empresas Productivas del Estado para convertirse en Empresas Públicas del Estado”, garantizando así el bienestar de los ciudadanos.
La reforma también incluye cambios importantes en el artículo 25 y establece que “el litio y el servicio de internet serán considerados áreas estratégicas”. González añadió que se busca “una integración vertical de las empresas públicas para administrar los recursos de manera más eficiente”.
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, afirmó que, tras la aprobación de la reforma en la Cámara de Diputados, se realizarán modificaciones a las leyes secundarias para “clarificar las atribuciones de CFE y Pemex”. Además, destacó que se mantendrán subsidios de más de 83 mil millones de pesos a las tarifas eléctricas para evitar un aumento en el costo de la energía en términos reales.