El Senado de México aprobó este jueves una reforma constitucional que otorga al Estado prioridad en la generación de energía eléctrica. La iniciativa fue aprobada con 86 votos a favor y 39 en contra, y ahora será enviada a los congresos estatales para su votación.
La reforma modifica los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, estableciendo que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex) sean reconocidos nuevamente como empresas públicas estatales. Además, se le otorga al Estado la responsabilidad de liderar la transición energética hacia fuentes renovables.
La nueva legislación prohíbe que las empresas privadas prevalezcan sobre las estatales en la industria eléctrica y excluye la posibilidad de otorgar concesiones privadas para la explotación de litio. Asimismo, se establece que la CFE deberá garantizar el suministro de electricidad al menor costo posible, evitando prácticas de lucro, para preservar la seguridad nacional y la soberanía energética del país.
Según el Senado, esta reforma busca fortalecer el control estatal sobre los recursos estratégicos y asegurar la transición energética de manera sostenible y segura.