Repsol ha decidido congelar todos sus proyectos de inversión en hidrógeno verde en España debido a un «entorno regulatorio desfavorable», relacionado con la intención del gobierno español de hacer permanente un impuesto sobre las ganancias extraordinarias de las compañías energéticas. Esta decisión afecta tres proyectos en diferentes localidades: uno de 100 MW en Bilbao, otro de 100 MW en Cartagena y un tercero de 150 MW en Tarragona.
La compañía advirtió que el actual ambiente regulatorio no favorece las inversiones a largo plazo en la transición energética industrial. El impuesto, inicialmente temporal y que se implementó a principios de 2023, fue diseñado para compensar las medidas de apoyo en respuesta a la inflación. Sin embargo, el gobierno de Pedro Sánchez ha expresado su intención de convertirlo en permanente, lo que ha generado críticas significativas de empresas como Repsol.
A pesar de su compromiso con la transición energética, que incluye una inversión prevista de entre 16,000 y 19,000 millones de euros hasta 2027, la empresa señala que el impuesto penaliza a las empresas que invierten en activos industriales y generan empleo. Esta situación podría comprometer los esfuerzos de España para convertirse en un líder mundial en la producción de hidrógeno verde, esencial para descarbonizar diversas industrias.
Repsol ha estado reorientando su estrategia hacia la sostenibilidad, pero las nuevas políticas fiscales ponen en riesgo estos avances en un sector clave para la economía del futuro.