Durante el primer semestre de 2025, Petróleos Mexicanos (Pemex) registró pérdidas por 7,650 millones de pesos debido al robo de hidrocarburos, lo que representa un incremento del 33% respecto al mismo periodo de 2024. El dato fue reportado por el Observatorio Ciudadano de Energía, con base en los resultados financieros de la empresa estatal.
El análisis, elaborado por Francisco Barnés de Castro, señala que las pérdidas aumentaron en 1,900 millones de pesos respecto a junio de 2024, cuando se reportaron 5,740 millones de pesos. En 2023, las afectaciones por este delito ascendieron a 5,893 millones de pesos, lo que confirma la persistencia del problema.
Pemex informó que sus operaciones están expuestas a riesgos derivados de conductas criminales, como el robo, desvío o manipulación de petróleo crudo, gas natural y productos refinados. También enfrenta el riesgo de sustracción de equipos y materiales, lo que amplía el impacto operativo.
“Estos actos incluyen la extracción ilegal de hidrocarburos mediante tomas clandestinas de ductos y el comercio ilegal de combustibles”, señala el reporte financiero. Además, se advierte que esta actividad ha provocado incendios, explosiones, daños ambientales y pérdida de vidas humanas, así como una reducción directa en los ingresos por productos sustraídos.
En 2024 y 2023, Pemex detectó 11,774 y 14,890 tomas ilícitas, respectivamente. La empresa también reconoció que existe la posibilidad de que algunos de sus empleados estén involucrados, o sean percibidos como parte del mercado ilícito de combustibles, lo que representa un riesgo adicional para sus operaciones.






