Pemex llevó a cabo este jueves el montaje de la torre fraccionadora que formará parte de la planta coquizadora en la Refinería de Salina Cruz, Oaxaca. Este proyecto, que es clave para la estrategia del gobierno federal de incrementar la producción de combustibles y alcanzar la autosuficiencia energética, tiene un costo estimado de 3,000 millones de dólares.
Con una capacidad de producción adicional de 75,000 barriles diarios de gasolinas y diésel de bajo azufre, la coquizadora permitirá reducir la producción de combustóleo en un 84%. Actualmente, la obra cuenta con un avance del 80% y se espera que entre en operación en el primer semestre de 2026.

La planta coquizadora se dedicará a procesar los residuos del refinado del petróleo crudo, conocidos como combustóleo, convirtiéndolos en productos más valiosos como gasolina y diésel. Este proceso incluye el craqueo térmico, donde se rompen las estructuras moleculares de los hidrocarburos, generando productos ligeros y coque.
