Expertos destacan la urgencia de que México acelere su transición hacia energías renovables a pesar de los cambios en la política medioambiental de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump. De acuerdo con Avelina Ruiz, gerente de Cambio Climático de WRI-México, más de dos terceras partes de las empresas globales ya están alineadas con las metas de reducción de emisiones establecidas en la Conferencia de Cambio Climático de la ONU y el Pacto Verde Europeo, lo que exige que las inversiones estén orientadas hacia una visión sostenible.
En el Plan México presentado por la presidenta Claudia Sheinbaum, se contempla una inversión de 23,400 millones de dólares en el sector energético, de los cuales 13,600 millones serán destinados a la construcción de nuevas centrales eléctricas. Sin embargo, los expertos advierten que estas medidas son insuficientes para cumplir con los compromisos climáticos globales.
Además, la falta de regulación sobre las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y la creciente amenaza del impuesto al carbono en mercados internacionales como Europa y Estados Unidos son factores que afectan la competitividad de las grandes empresas mexicanas. El Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) señala que, a pesar de un aumento significativo en la generación de energía solar y eólica, estas tecnologías aún representan solo el 15.4% de la capacidad instalada en el país, mientras que el gas natural sigue dominando con un 39.5% de participación.