El gobierno de Ecuador ha implementado una drástica medida para mitigar el déficit energético nacional, ordenando al sector industrial reducir su consumo eléctrico en al menos un 50% durante diez horas diarias. Esta disposición fue anunciada por el Ministro de Energía, Antonio Goncalves, y busca preservar las reservas de los embalses y evitar el colapso del sistema energético del país.
La principal causa de la crisis actual es la escasez hídrica que afecta a los embalses, que generan más del 60% de la energía hidroeléctrica del país. Especialmente crítico es el embalse de Mazar, que podría alcanzar niveles insostenibles para el 18 de octubre, según advirtió el Ministro de Energía y Minas. A esto se suma la imposibilidad de importar energía desde Colombia, lo que ha dejado a Ecuador con un déficit de hasta 400 MW en momentos críticos.
La reducción del consumo eléctrico, que afecta a los clientes regulados del grupo AV2 conectados directamente al Sistema Nacional de Transmisión, se aplicará de 08:00 a 18:00 todos los días mientras dure la emergencia. Esta medida, aunque necesaria, tiene consecuencias significativas para el sector productivo, que enfrenta menores ingresos, posibles despidos y una desaceleración de la actividad económica.
El Comité Empresarial Ecuatoriano ha alertado que cada corte de energía de ocho horas genera pérdidas aproximadas de 96 mdd a nivel nacional. Además, la falta de energía ha incrementado la inseguridad en varias regiones y ha paralizado actividades habituales.
Ante esta situación, el Ministerio de Energía y Minas ha subrayado la importancia de cumplir con las reducciones para garantizar el funcionamiento del Sistema Nacional Interconectado, advirtiendo que la falta de cumplimiento podría resultar en cortes de energía incontrolados y no planificados. Se espera que la transparencia en la programación de cortes y la duración estimada de esta crisis sean prioritarias para que los sectores productivos puedan tomar decisiones informadas.