ExxonMobil está realizando pruebas de campo de ocho tecnologías emergentes de detección de metano, que incluyen monitoreo de vigilancia satelital y aérea, en casi mil sitios en Texas y Nuevo México para reducir aún más las emisiones de metano.
Las pruebas de campo evalúan la efectividad y escalabilidad de una gama de tecnologías de detección de próxima generación que, además de los satélites, utilizan drones, aviones, helicópteros, sensores de posición fija y móviles terrestres. Todas las tecnologías y métodos de implementación se utilizarán para detectar fugas e identificar posibles soluciones que se pueden compartir con otros operadores de petróleo y gas.
«Al probar las tecnologías de detección de metano más prometedoras en un entorno de campo estamos proporcionando soluciones viables que pueden ser adoptadas por otros productores para detectar y reducir las emisiones de metano», dijo Staale Gjervik, vicepresidente senior de productos no convencionales de ExxonMobil. «Estamos aplicando rigor científico y tomando medidas agresivas para encontrar soluciones comercialmente escalables y asequibles para todos los operadores».
Las tecnologías están siendo validadas por una combinación de observaciones de campo, cámaras ópticas de imágenes de gases e instrumentos portátiles de detección de metano. ExxonMobil también está comparando mediciones con observaciones de emisiones a favor del viento utilizando la tecnología de Aerodyne Research que permite la medición integral de las emisiones del sitio.
«Ya estamos viendo los beneficios de algunas de estas tecnologías», dijo Gjervik. «A través de los ensayos, hemos descubierto fuentes de metano que de otro modo no habrían sido detectadas de manera tan eficiente o rápida bajo los métodos actuales prescritos por las regulaciones. La compañía se compromete a investigar y corregir de inmediato las emisiones de metano que se detectan durante el ensayo «.
Las pruebas de campo se basan en las iniciativas de reducción de emisiones anunciadas anteriormente por ExxonMobil. A fines de 2019, la compañía ha reducido las emisiones en casi un 20 por ciento en sus operaciones no convencionales en Estados Unidos.
En comparación con los niveles de 2016, la compañía sigue en camino de cumplir con sus compromisos corporativos para reducir las emisiones de metano en un 15 por ciento y reducir la quema 25 por ciento para fines de 2020. El exitoso programa voluntario de gestión de metano de ExxonMobil incluye protocolos estructurados de detección y reparación de fugas, reemplazo prioritario de dispositivos neumáticos de alto sangrado, mejoras tecnológicas en la infraestructura y una importante recopilación e investigación de datos.
Desde el año 2000, ExxonMobil ha invertido casi $10 mil millones de dólares en proyectos para investigar, desarrollar y desplegar soluciones de energía con bajas emisiones. La compañía también continúa expandiendo los esfuerzos de colaboración con más de 80 universidades de todo el mundo para explorar las tecnologías energéticas de próxima generación.