Estados Unidos anunció que impondrá sanciones a todo aquel país, incluyendo aliados como India, que compre crudo a Irán. Esto significa un nuevo paso en su lucha contra Teherán, que podría tensar sus relaciones internacionales.
Turquía, por su parte, prometió desobedecer la orden de Washington, que provocó un estallido de los precios globales, aunque el presidente Donald Trump dijo que Arabia Saudita y otros aliados de Washington compensarán la caída de la oferta petrolera.
Con estas medidas, que ponen fin a las exenciones que permitían a ocho países seguir comprando crudo a Irán, Trump busca llevar a cero las exportaciones de petróleo iraní y «privar al régimen de su principal fuente de ingresos», según anunció la Casa Blanca.
Las amenazas abren un nuevo frente de fricciones en las relaciones ya tensas de Washington con Beijing y Ankara. «No aceptamos sanciones unilaterales e imposiciones sobre cómo estableceremos relaciones con nuestros vecinos», aseguró en respuesta a la amenaza estadounidense el ministro de Relaciones Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, que añadió que la medida no ayudará a la «paz y la estabilidad regional».
La medida es delicada para India, aliada estratégica de Washington y tercer importador mundial de crudo, que ya enfrenta presiones de Estados Unidos para dejar de comprar petróleo a Venezuela, en la lucha de Trump para derrocar al mandatario Nicolás Maduro.