La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha descartado la creación de una planta de energía nuclear, subrayando los riesgos asociados con los desechos nucleares, a pesar de que esta fuente de energía no emite gases de efecto invernadero. Durante su conferencia matutina, Sheinbaum enfatizó que la planta Laguna Verde, ubicada en Veracruz, sigue operando normalmente, pero expresó que no es “muy pronuclear”. La generación de electricidad continuará basándose en ciclos combinados con gas y otras fuentes energéticas.
En el contexto de un foro reciente sobre producción limpia en el Instituto Tecnológico de Saltillo, expertos medioambientales en Coahuila respaldaron la postura de Sheinbaum. Eglantina Canales Gutiérrez, exsecretaria de Medio Ambiente del estado, advirtió sobre los peligros de la contaminación y los residuos nucleares, señalando que, aunque la energía nuclear podría ser más eficiente que los combustibles fósiles, los accidentes nucleares presentan un riesgo significativo.
Canales Gutiérrez añadió que el manejo de elementos radioactivos es complejo y propuso explorar alternativas más seguras, como el ahorro de energía y el uso de fuentes renovables. César Cantú Ayala, profesor de la Universidad Autónoma de Nuevo León, coincidió en que los residuos nucleares son difíciles de gestionar y que, hasta que la tecnología de los reactores mejore, no es viable adoptar esta opción.
Asimismo, Edgardo Sadot Ortiz, delegado de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas en Nuevo León, destacó la necesidad urgente de replantear la demanda energética de la población, buscando soluciones que no contribuyan a la emisión de gases de efecto invernadero.