Mientras que en el mundo se encuentran en operación 2,330 centrales que producen electricidad a base de carbón, en México la Comisión Federal de Electricidad (CFE) opera solo tres centrales carboeléctricas. China, Estados Unidos e India con 946, 286 y 253 respectivamente, son los países con mayor número de centrales carboeléctricas en operación y en conjunto suman 1,485 centrales carboeléctricas.
En materia energética, la presente Administración tiene como objetivo prioritario el aprovechamiento eficiente de todas las fuentes de energía con que cuenta la nación. Sin embargo, prestar el servicio de suministro eléctrico en condiciones de eficiencia, calidad, confiabilidad, continuidad, seguridad y sustentabilidad conlleva enormes retos no sólo para México, sino para el resto de los países, por lo que a escala global aún es habitual el uso del carbón en la generación de energía eléctrica.
Durante 2020 a nivel internacional la generación producida a través del uso de carbón fue de 7,733.5 TWh. La generación de países como China, India y Estados Unidos alcanzó los 6,494 TWh, equivalente al 84% del total de la generación con base en el combustible fósil, mientras que México únicamente generó 16.31 TWh con carbón durante el 2020, equivalente al 0.21% del total.
En México, entre enero y septiembre de 2021 la generación a base de carbón representó únicamente el 6.87% de la generación total en el país.
Las centrales José López Portillo (Río Escondido) y Carbón II, ambas ubicadas en el municipio de Nava, Coahuila, así como la central Plutarco Elías Calles (Petacalco) ubicada en el Municipio de La Unión, Guerrero, forman parte del parque de generación eléctrica mexicano integrado por diversas tecnologías, incluidas la nucleoeléctrica, hidroeléctrica, termoeléctrica, geotermoeléctrica, fotovoltaica y eoloeléctrica.
Cabe destacar que en materia de control ambiental de emisiones a la atmosfera, las Centrales Carboeléctricas de la CFE operan conforme a los estándares que marca la normatividad vigente (NOM-085-SEMARNAT-2011), que establece los niveles máximos permisibles de emisión de los equipos de combustión. La generación de electricidad mediante el aprovechamiento eficiente de todas las fuentes de energía con las que se cuenta favorece en la eficiencia, calidad, confiabilidad, continuidad, seguridad y sustentabilidad del suministro de energía eléctrica, por lo que la evolución de la participación de las tecnologías de generación con que cuenta la CFE contribuye además en la transición energética hacia la disminución de las emisiones a la atmosfera y el cumplimiento a los acuerdos internacionales.