Acelerar el desarrollo de la energía sostenible proporcionaría a Latinoamérica una estrategia a largo plazo para abordar la desigualdad social, el acceso a la energía y la seguridad energética, remarcó una fuente autorizada.
De acuerdo con un comunicado divulgado por la Agencia Internacional de Energía Renovable (Irena, por sus siglas en inglés), las fuentes energéticas amigables con el ambiente estimularán el crecimiento de la utilización de tecnología limpia en los sectores industrial, agrícola, manufacturero y de transporte en el área.
Al tiempo, añadió, reducirán las emisiones de carbono en la región en un 21 por ciento para 2030 en comparación con los niveles actuales, contribuyendo a los esfuerzos de descarbonización global en línea con el Acuerdo de París.
El pronunciamiento aconteció a propósito del acuerdo de Irena con la Organización Latinoamericana de Energía (Olade) para colocar el desarrollo de las energías renovables en el corazón de la recuperación económica de América Latina y el Caribe tras el brote de Covid-19.
Como parte del convenio, aseguró la fuente, ambas organizaciones promoverán la inversión y el financiamiento a esta variante energética, así como la integración en este ámbito en la región.
Según la Perspectiva Global de Energías Renovables de Irena, acelerar dicha transformación en América Latina y el Caribe podría crear más de tres millones de empleos en toda la zona para 2050, al tiempo que ofrece retornos económicos de entre tres y ocho dólares por cada uno invertido.
Las necesidades de inversión en la región se estiman en 45 mil millones de dólares por año entre ahora y mediados de siglo, un aumento de más del 10 por ciento sobre los planes y políticas actuales, abundó el estudio.
‘Estamos junto a OLADE para garantizar que haya un reconocimiento colectivo del potencial socioeconómico de una recuperación verde construida alrededor de la transformación energética’, expresó el director general de Irena, Francesco La Camera.
Pese a su diversidad, apuntó, todos los países dentro de la zona buscan beneficiarse de una mayor proporción de energías renovables, desde una mayor seguridad energética y menores costos del sistema hasta la creación generalizada de empleos, una mejor salud y un crecimiento económico.