El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este martes un embargo sobre la importación de petróleo y gas rusos, para aumentar las sanciones impuestas a Rusia por la invasión a Ucrania.
«Podemos tomar esta decisión, mientras que otros no pueden. Pero trabajamos estrechamente con Europa y nuestros socios para poner en marcha una estrategia a largo plazo para reducir su dependencia de la energía rusa”, explicó.
El mandatario estadounidense comentó que esta decisión debería motivar al gobierno estadounidense a acelerar una transición hacia la energía más limpia, lo cual también permitiría reducir costos.
Mientras tanto, el ministro británico de Empresas, Energía y Estrategia Industrial, Kwasi Kwarteng, señaló que Reino Unido reducirá gradualmente las importaciones de petróleo ruso y dejará de comprar crudo a Moscú para finales de este año.
“Este periodo de transición ofrecerá al mercado británico nueve meses para ajustarse a los cambios y asegurar nuevas vías de suministro una vez queden vetados el crudo y derivados del petróleo de Rusia, que representan el 8 % de la demanda británica”, precisó.
La prohibición de importaciones de petróleo ruso por parte de Europa y Estados Unidos podría hacer que los precios globales se disparen hasta los 200 dólares el barril, dijeron analistas de la consultora Rystad Energy, con sede en Oslo.