La calificadora Fitch Ratings prevé que la dependencia de México del gas importado de Estados Unidos seguirá en aumento debido a la creciente demanda, la producción nacional limitada y la expansión de la infraestructura de gasoductos. Actualmente, más del 70 % del gas utilizado en México proviene de EU y representa más del 60 % de la generación de electricidad en el país.
Según Fitch, este suministro es confiable y rentable, pero expone a México a riesgos como la volatilidad del tipo de cambio, interrupciones por fenómenos climáticos y la incertidumbre en las relaciones bilaterales. La tormenta invernal de Texas en 2021 fue un ejemplo de cómo el clima puede afectar el suministro.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) y TC Energy Corporation están desarrollando el gasoducto Puerta al Sureste, de 715 km, para abastecer la Península de Yucatán. Este proyecto conectará los ductos Sur de Texas-Tuxpan y Mayakan, y se espera que inicie operaciones a mediados de 2025.
Fitch también señaló que un aumento en los precios del gas importado afectaría a la CFE, que debería absorber los costos iniciales, mientras que los usuarios residenciales, agrícolas, industriales y comerciales podrían enfrentar tarifas más altas.