China está impulsando uno de los proyectos hidroeléctricos más ambiciosos del mundo en el centro del Tíbet, específicamente en el río Yarlung Tsangpo, con el objetivo de generar miles de megavatios de energía limpia a gran escala. Esta infraestructura será clave para satisfacer las crecientes demandas energéticas de la región y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
La central hidroeléctrica aprovechará el caudal del río, que desciende desde el Himalaya, utilizando tecnología de punta y técnicas de construcción sostenibles para minimizar su impacto ecológico. El proyecto también se complementará con instalaciones de energía eólica y solar en los alrededores, con el fin de alcanzar las emisiones netas cero para 2060.
Este megaproyecto ha generado controversia debido a los posibles efectos sobre el ecosistema del río y las comunidades que dependen de él. Organizaciones ambientalistas han manifestado su preocupación por los impactos en la biodiversidad local y las culturas tradicionales que veneran el Yarlung Tsangpo.
Según el periódico South China Morning Post, la central hidroeléctrica no solo representa un avance energético, sino también un hito en ingeniería, con grandes avances tecnológicos que buscarán equilibrar el progreso con la preservación ambiental.