Según un comunicado de Element Fleet Management México, la adopción de vehículos eléctricos avanza en México, aunque no va en el carril de alta, como sí está ocurriendo en otros países.
Esto es producto de una serie de factores, entre los que se encuentran el costo de los vehículos y las baterías ‒que aún es elevado para gran parte de la población, a diferencia de las unidades de combustión interna, cuyos precios son más asequibles‒, pero también a aspectos como incentivos fiscales y exenciones junto con la infraestructura de carga.
Este aspecto es clave para fomentar su uso, ya que la autonomía media de un coche eléctrico es de alrededor de 291 kilómetros, mientras que en el caso de los que requieren de combustibles fósiles suele ser mucho mayor.
Actualmente hay entre 2,000 y 2,500 estaciones públicas de carga en México, aunque en la red de Charge Now aparecen 682. Se trata de una alianza formada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), junto con Nissan Mexicana y BMW Group México, que permite añadir puntos de recarga para vehículos eléctricos e híbridos conectables al sistema de Google Maps, lo que ayuda a los usuarios encontrar fácilmente las estaciones en dispositivos móviles, además de conocer datos como el horario de servicio del lugar donde se ubica cada cargador, el tipo de carga, si es público o privado, además de si sólo pueden emplearlo clientes de determinados establecimientos, entre otras funciones.
Este es un esfuerzo importante de las empresas para lograrlo. Inclusive, otras compañías del sector energético también han desarrollado soluciones para agilizar su implementación. Tal es el caso de Schneider Electric, que ha desarrollado los cargadores EVlink DC, que permiten a los usuarios un 80% de carga en 30 minutos.
Con respecto a Latinoamérica, en Brasil hay una inversión del gobierno en la red de carga para vehículos eléctricos, mientras que las distribuidoras de electricidad y automotrices disponen instalan de tipo súper rápidos en las autopistas, según datos desprendidos del evento Mobility Ping Pong, de Portal Movilidad.
En Perú existen 80 cargadores con distintas potencias, aunque el plan de la Asociación de Emprendedores para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (AEDIVE Perú) es desplegar 500 cargadores en la carretera Panamericana.
En Chile existe una ruta eléctrica que supera los 1,800 kilómetros entre la zona centro-norte y zona sur del país. La tarifa eléctrica es regulada, lo que implica que la electricidad no se puede revender. Además, actores privados y distribuidoras de energías además colocarán 104 cargadores en Santiago para que haya uno o dos por comuna, de acuerdo con la Asociación Gremial de Vehículos Eléctricos de Chile (AVEC).
En cuanto a Argentina, el país está trabajando en un corredor eléctrico de Mendoza a Buenos Aires y una ruta turística en el sur, con cargadores en autopistas y distintos lugares públicos. Aun cuando no existe regulación de tarifas, la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) aplicó un incentivo a los usuarios de vehículos eléctricos.
En República Dominicana se dio un avance sustancial a raíz de la inversión de una empresa privada que puso como prioridad instalar el próximo año 500 puntos de carga, de los cuales ya existen 150. La red tiene conectores que permiten operatividad para el mercado americano, japonés y europeo.
La red de carga en Costa Rica está compuesta por las distribuidoras de electricidad, como es el caso de dos empresas del Estado, actores privados y cooperativas que colocaron cargadores en sus instalaciones y una iniciativa ciudadana que se enfoca en el área turística, según la Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (ASOMOVE).
Con respecto a Guatemala hay 9 cargadores públicos, ya que la mayoría de los usuarios cuenta con cargadores domésticos.
En el caso de México, la Asociación Nacional de Vehículos Eléctricos y Sustentables (ANVES) informó que se está trabajando para que estas estaciones se alimenten con energías limpias.
En Europa y Asia hay una visión más clara sobre el rumbo que tomará la adopción de eléctricos, que lleva ventaja. Aunque las cifras de ventas mundiales y en Europa europeas aún son pequeñas (por debajo del 1% de las matriculaciones de automóviles nuevos, de acuerdo con la consultora McKinsey), el crecimiento se ha acelerado, impulsado por el apoyo del gobierno, una oferta mejorada de vehículos eléctricos o EV por parte de la industria automotriz y una creciente familiaridad y disposición a comprar por parte del consumidor.
En la carrera por el mayor porcentaje de híbridos y eléctricos, Noruega lleva una significativa ventaja con un 74%; colándose por la segunda posición del podio de triunfadores aparece Islandia, con 45% y en tercer lugar aparece Suecia, con 32.2, según datos del portal Statista.
A excepción de China, todos los países que conforman este listado se encuentran en el Continente Europeo, mas no así en América o África, donde los avances aún son incipientes.
Todavía está por verse quién gana la carrera en la adopción de eléctricos e infraestructura de carga en Latinoamérica; sin embargo, México está peleando su lugar por no quedarse rezagado ante otros países.