A cuatro meses de iniciado el 2020 y tras la declaración de emergencia sanitaria por el COVID-19 en México, el panorama económico del país ha cambiado radicalmente. En este contexto, es fundamental que pequeñas, medianas y grandes empresas activen diversos planes de financiamiento y reducción de costos en servicios y proveeduría. En ese sentido, las energías renovables y la eficiencia energética será un factor determinante a considerar para superar crisis de COVID-19.
De acuerdo con el Programa Nacional para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía (PRONASE) se calcula que el ahorro potencial en consumo final de energía como resultado de la implementación de mecanismos de eficiencia energética, llegará a entre 34.800 y 40.500GWh hacia el año 2025. Es por ello que las empresas tienen que mirar y hacer más eficientes y sustentables las operaciones de sus organizaciones a través de este tipo de energías, logrando en los mejores casos reducciones mayores del 20% de su factura energética.
En México existen varias organizaciones que componen a las Empresas de Servicios de Energía (ESE), quienes se encargan del mercado de eficiencia energética, para ello existen grandes organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo de Tecnologías Limpias (FTL) de los Fondos de Inversión Climática del Grupo Banco Mundial, que desarrollan vehículos financieros innovadores para estructurar el financiamiento de proyectos de eficiencia energética de pequeña escala en México dentro de los mercados de capital.
Veolus, una empresa 100% mexicana, con cobertura nacional, experta en el sector de operación y mantenimiento de infraestructura técnica, soluciones de eficiencia energética y cogeneracion de energía eléctrica y térmica, es una de las empresas que impulsan el crecimiento de este sector en el país y que ha contado con el respaldo del BID y el Fondo de Tecnología Limpia para llevar a cabo proyectos de financiamiento de eficiencia energética, hasta por 125 millones de dólares.
Así lo señaló su director Francisco Torres Luquín, quien resaltó además el momento de oportunidad que las empresas enfrentan en la etapa post-COVID-19: “El COVID-19 va a dejarnos un golpe muy doloroso en la economía nacional y más allá de los programas gubernamentales que se implementen, los pequeños, medianos y grandes empresarios mexicanos tienen que optimizar la operación de sus empresas y plantas productivas».
Dijo que es fundamental que terminada la pandemia del coronavirus, las empresas interesadas inviertan en infraestructura que contribuya a la mejora y el cuidado del medio ambiente y, lo más importante considerando la situación actual, les permita tener un ahorro en su actividad productiva, «a través de ahorros en energía garantizados por empresas como Veolus».
Destacó que, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), se estima que, debido a la pandemia, el impacto inicial en México por los paros parciales o totales en los diversos sectores productivos es de 30 por ciento del PIB a precios constantes, es decir, por cada mes de contención, habrá una pérdida de 2 puntos porcentuales en el crecimiento anual del PIB.