Eni anunció el lanzamiento de una planta experimental para la biofijación de dióxido de carbono mediante el cultivo de microalgas con la ayuda de luz LED artificial. La planta, construida en el Centro de Investigación de Eni para las Energías Renovables y el Medio Ambiente en Novara, representa un importante paso adelante hacia sus objetivos de descarbonización y promoción de una economía circular.
El proceso de biofijación de algas permite fijar el dióxido de carbono mediante la explotación de la fotosíntesis de la clorofila para mejorar el CO2 como materia prima en productos de alto valor como la harina de algas para los mercados de alimentos / nutracéuticos y / o bioaceites, que no compiten con cultivos agrícolas, para ser utilizado como materia prima en biorefinerías.
Esta es una tecnología basada en una cadena de suministro totalmente italiana. Eni está acelerando su aplicación en el campo, ya que lo ve como una solución estratégica para la reducción de emisiones que alteran el clima.
La planta piloto, compuesta por 4 fotobiorreactores, está integrada con fuentes de energía renovables y está basada en la tecnología Photo B-Othic, con la que Eni ha firmado un Acuerdo de Licencia. Photo B-Otic nace para apoyar el desarrollo de la tecnología de biofijación y parte de la iniciativa de MEG, Everbloom, Abel Nutraceuticals y la Cooperativa Arcobaleno, que es accionista mayoritaria y ha impulsado esta iniciativa emprendedora, fruto de décadas de investigación. trabajo en el campo de los nutracéuticos y las biotecnologías en colaboración con el DIATI del Politecnico di Torino.
Los fotobiorreactores en los que se basa la tecnología están compuestos por innovadores paneles hidráulicos, en los que circulan las microalgas, equipados con paneles de iluminación LED que distribuyen la luz de manera uniforme, identificando las longitudes de onda preferidas para la fotosíntesis. La modulación de la luz por intensidad y calidad se controla de acuerdo con las condiciones óptimas de crecimiento.
Las ventajas de esta tecnología son su alta eficiencia de fijación de CO2, simplicidad, modularidad y compacidad, así como su capacidad para operar 24/7. Estos factores lo hacen interesante como una solución potencial para ser implementada en todas las áreas logísticamente favorables, incluso en sitios que no pueden usarse para la agricultura o áreas industriales abandonadas y reconvertidas.
Actualmente, la planta piloto ha alcanzado datos de productividad diaria de biomasa muy prometedores que, cuando se confirmaron a mayor escala, podrían permitir que una planta con una huella de 1 hectárea produzca 500 toneladas de biomasa por año, atrapando 1000 toneladas de CO2.