La cuenca del sureste de México tiene un papel imprescindible en la reactivación de la industria energética del país. El diputado morenista, Manuel Rodríguez González, presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, considera que esta región, además de ser la zona con mayor producción de petróleo del país, tiene una relevancia histórica y un potencial a futuro.
Durante el panel Proyectos en donde se desarrollan las cadenas productivas y su enfoque clave, realizado en el evento Acciones del Sureste, organizado por Oil and Gas Alliance, el diputado por Villahermosa, Tabasco, aseguró que la cuenca del sureste ha aportado, a lo largo de la historia del país, el 82 por ciento de la producción total de petróleo.
“Tiene un potencial mayor ya que cuenta con el 55 por ciento de reservas 3P, que son recursos prospectivos estimados en 14 mil 466 millones de barriles de petróleo crudo equivalente y un volumen permanente de 19 mil 421 millones, cifras que representan el 80 por ciento de lo que se ha aportado al país”.
El legislador señaló que en el inventario actualizado de áreas de exploración y extracción para el próximo quinquenio, Tabasco ocupa el cuarto lugar nacional con una superficie de 657.6 km2, donde se estima un recurso prospectivo de de 56.2 millones de barriles de petróleo crudo equivalente. Asimismo, el plan de negocio de Pemex 2019-2023 está basado en 22 nuevos campos, de los cuales 18 se ubican en aguas someras del litoral de Tabasco y cuatro en tierra (Tres en Tabasco y uno en Veracruz).
De acuerdo con Rodríguez González, en Tabasco sobresale el campo Quesqui, que cuenta con 900 millones de barriles de petróleo crudo equivalente en reservas 3P, donde se tiene proyectado 50 pozos. Sin embargo, resaltó que en la entidad se desarrollan al menos tres nuevos campos que beneficiarán a la industria energética: el primero de ellos es el Cibix, en Jalpa de Méndez; el segundo es Valeriana, en el municipio del Centro y, el tercero, Chocol, en Comalcalco.
“Con estos campos y su desarrollo se estima incrementar la producción de aceite en la región de 215 mil a 500 mil barriles por día hacia el año 2024. Esto representa una excelente oportunidad de negocio para las pequeñas y medianas empresas dedicadas al sector energético”.
Aseveró que otra gran vertiente de oportunidad, sobre todo para los sectores económicos relacionados con los servicios y la proveduría a la cadena de valor de los hidrocarburos, es la industria de la refinación. Dijo que en ella está cifrada la seguridad energética del país, a través del incremento en la producción de gasolina y diésel se podría reducir la cifra de exportaciones de estos productos, que llega al 77 por ciento.
“El Presidente López Obrador, para disminuir el déficit en la balanza de productos petroleros, lleva a cabo un programa de reparación de las seis plantas de proceso del Sistema Nacional de Refinación. Después de 40 años, el Estado mexicano inicia una nueva etapa de la industria petrolera nacional con la construcción de una nueva planta petroquímica de última generación tecnológica y eficiencia energética en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco”.
Con una inversión de 8 mil 919 millones de dólares, la nueva refinería tendrá una capacidad de procesamiento de 340 mil barriles diarios para alcanzar una producción nacional de 1.5 millones de barriles, que permitirán atender la demanda nacional. La nueva refinería representa una derrama nacional y regional. Su construcción se lleva a cabo con la proveduría de materiales y servicios de empresas de diversas entidades del país. Con relación a la inversión privada en el sector de los hidrocarburos, el legislador dijo que 133 contratos para la exploración y extracción de hidrocarburos reportan una inversión ejercida por 3 mil 396 millones de dólares y una producción de más de 24 mil barriles por día.
En este sentido, mencionó que la inversión en la construcción de la nueva refinería está plenamente justificada. Dijo que Dos Bocas ayudará a lograr la seguridad energética del país y garantizar el consumo de combustible. Reconoció que la transición energética “llegó para quedarse”. Sin embargo, señaló que la salida de los hidrocarburos tomará algunos años: “Vamos a requerir que se siga extrayendo y refinando petróleo, combustibles. En el país, 97 por ciento de las unidades móviles, llámese vehículos, camionetas, motos, son de combustible, únicamente el 3 por ciento son eléctricas. Es deseable que vayamos avanzando hacia lo eléctrico, hacia las energías renovables pero será un proceso gradual y tomará varias décadas”.
Rodríguez González afirmó que la unión entre la iniciativa privada y Pemex representa un área de oportunidad. Ejemplo de esto es el yacimiento compartido Zama, entre Pemex y Talos Energy, cuyo acuerdo de unificación está en marcha.
“Una vez que inicie la explotación de este mega yacimiento se tiene previsto para el primer año una inversión de 300 millones de dólares en pozos y servicios conexos. De manera estimada, generaría 600 empleos directos en las plataformas de perforación y servicios y más de dos mil empleos indirectos».