El hidrógeno, un vector energético clave para la transición hacia energías más limpias, se clasifica en diferentes colores según su método de producción y las fuentes utilizadas.
- Negro: Producido mediante gasificación a partir de carbón.
- Gris: Proviene del reformado de metano con vapor, utilizando gas natural.
- Azul: Similar al gris, pero con captura y almacenamiento de carbono, lo que reduce su impacto ambiental.
- Turquesa: Se genera por pirólisis, también a partir de gas natural.
- Rosa: Obtenido mediante electrólisis utilizando energía nuclear.
- Verde: Producido mediante electrólisis alimentada por fuentes de energía renovable.
Este panorama resalta las diversas opciones para integrar el hidrógeno en un futuro energético más sostenible. Sin embargo, la elección del tipo de hidrógeno dependerá de factores como costos, tecnología y objetivos climáticos.