El panorama de la industria energética en México es sin duda complicado. Para Leticia Armenta Fraire, Directora del Centro de Análisis Económico del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), al ser una pieza clave para el desarrollo económico, lo que pase con cada una de las vertientes de generación energética va a tener repercusiones a nivel de la producción.
“Cuando hablamos de industria energética nos referimos a las múltiples fuentes de generación de energía. Dentro de ellas, tenemos una parte que está relacionada con los hidrocarburos y la otra que pertenece a las energías limpias. Es una gama gigantesca lo que abarca la industria”, expuso en entrevista para Global Energy.
Dentro de este espectro, la refinación es de los rubros que más polémica han generado en fechas recientes, principalmente con la construcción de la nueva refinería Dos Bocas, que desarrolla el gobierno federal. Al respecto, la doctora en Economía reconoció que incluso antes del inicio de la obra se presentaron cuestionamientos hacia el proyecto que se realiza en Paraíso, Tabasco.
“Contamos con varias refinerías que no han tenido el mejor desempeño, no solamente durante 2020, ni al inicio de esta administración; estas refinerías presentan una tendencia a la baja que han mantenido por los últimos 15 años. Ese es el primer cuestionamiento”.
Armenta Fraire cuestionó que Petróleos Mexicanos (Pemex) y sus seis refinerías no procuren resarcir las necesidades energéticas del país. Además, explicó que las instalaciones de la petrolera nacional solamente son capaces de procesar crudo ligero.
Asimismo, Fraire señaló que las refinerías mexicanas no han tenido el suministro suficiente de hidrógeno, materia complementaria que ayuda al procesamiento en la industria energética. Derivado de esta falta de suministro, se han generado paros técnicos no programados en las refinerías.
“Hay escasez de hidrógeno y esto hace ineficientes a las refinerías. Detener la producción en una planta implica grandes costos. No solamente implica dejar de producir, sino que echarla a andar nuevamente representa mucho dinero. Estos paros no programados encarecen el proceso de producción, y actualmente no se cuenta con los recursos suficientes para que la refinación fluya de la mejor manera”.
El cambio climático y las refinerías
Ante el cambio climático, la Directora del Centro de Análisis Económico del ITESM asegura que es necesario profundizar en el uso e implementación de las energías renovables. “Necesitamos, con mayor intensidad y amplitud, producir energías que no sean aquellas que afectan a nuestro medio ambiente. Vemos al cambio climático con claridad. Las estaciones del año son más erráticas, hay más fenómenos naturales agresivos. Se requiere, y ha sido una lucha de más de dos décadas, mover al mundo hacia la generación de energías limpias para que las emisiones que arrojan al ambiente no sean tan perjudiciales”.
La experta agregó que, aunque en este momento es imposible dejar de utilizar hidrocarburos, la industria petrolera ha comenzado a trasladarse hacia el aprovechamiento de las energías limpias. “La misma industria petrolera, y la producción de gasolina se están moviendo hacia aprovechar las energías limpias. Esto es la transición energética. No podemos cancelar el uso de petróleo. Se trata de alejarnos de este uso intensivo de los hidrocarburos para trasladarnos al uso de energías limpias”.