Luis Manuel Uribe Tellez , responsable de Diversidad, Equidad e Inclusión de Iberdrola México
Todas las personas han de participar activamente en la vida pública y social si queremos que los países se descarbonicen. Lograr un proceso de toma de decisiones plural es nuestra primera batalla contra el cambio climático.
De acuerdo con el Inter-American Development Bank (BID), gobiernos, sector público, privado y la sociedad civil han de trabajar unidos para que las mujeres -así como todos los grupos de la diversidad- tengan el rol que les corresponde en la transición energética.
Garantizando además que no se comprometa la igualdad sustantiva durante el camino hacia la transición energética, sino que este proceso sea precisamente una oportunidad para promover una sociedad más justa con una mayor participación de todas las personas en esta ruta, junto con la promoción profesional en las nuevas áreas que trae consigo.
Desigualdades de base
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha identificado que en la región hay 16.1 millones de personas que no tienen acceso a la electricidad y 77 millones que todavía cocinan con fuego o leña, siendo las mujeres las más afectadas por la situación al ser quienes mayores cargas de trabajo doméstico no remunerado tienen debido a la brecha de género todavía existente.
Si esta realidad -y los graves problemas de salud que acarrean- ya supone una barrera para las mujeres prácticamente desde su nacimiento, ellas enfrentan también mayores obstáculos para acceder a la educación y al empleo en general. Y en el sector energético, la situación se vuelve más compleja por su escasa presencia en disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), tradicionalmente reservadas a los hombres.
Según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) A.C , solo 3 de cada 10 profesionistas que eligieron carreras STEM son mujeres. Esta brecha empieza en la infancia y crece hasta que participan en el mercado laboral. Y dificulta enormemente que ellas entren a un sector profesional con empleos de calidad y que hoy es imprescindible para enfrentar la crisis climática. Por todo ello, resulta urgente eliminar los obstáculos, prejuicios y discriminaciones.
Apuesta por el talento
Para enfrentar una amenaza tan grave y real como esta crisis climática que hoy, por ejemplo, ha disparado los termómetros de buena parte de México a niveles nunca antes registrados, se necesita de toda la sabiduría y conocimiento. Se requiere de un talento diverso, multifuncional, brillante y sin etiquetas.
Consciente de ello, Iberdrola México impulsa la diversidad, la equidad y la inclusión dentro y fuera de la compañía. En los últimos años, y tras la firma de una serie de ambiciosos compromisos, ha instalado un comité y una oficina en la materia, ha ampliado las licencias de maternidad y de paternidad, ha realizado diagnósticos para conocer los distintos colectivos que conforman la empresa, ha creado grupos de afinidad y ha implementado una ruta para la inclusión de personas con discapacidad en la plantilla, entre muchas otras acciones.
Además, cuenta con programas sociales como DestElla, para empoderar a las mujeres a través del deporte; ComunidadEs Igualdad, que en alianza con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sensibiliza en género y derechos humanos en los estados de Nuevo León, Oaxaca y Puebla, o Impulso STEM, que promueve el estudio de carreras científicas y tecnológicas, especialmente entre las mujeres, y hasta la fecha ha becado a 76 estudiantes.
En conclusión, la empresa trabaja en favor de la diversidad con el objetivo de ser un agente de cambio social y contribuir de manera integral a una transición energética que no deje a nadie atrás.
Porque sin el talento de todas y todos, no podremos construir un futuro más verde y justo.
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