A nivel mundial, los empleos relacionados con las energías renovables ya superan los 13.7 millones y se prevé que alcancen los 38 millones en 2030. Sin embargo, la oferta de trabajadores cualificados se está quedando atrás. El Foro Económico Mundial informa de que las ofertas de empleo verde están creciendo más del doble de rápido que la adquisición de competencias ecológicas.
Por Rob McGreevy, director de Producto de AVEVA
Este desequilibrio es más que un problema laboral. Corre el riesgo de ralentizar el ritmo de la descarbonización en los sectores de la energía, la fabricación y la industria pesada. Si no dotamos a los trabajadores industriales de la combinación adecuada de habilidades digitales, técnicas y medioambientales, corremos el riesgo de no lograr la transición para la que ya contamos con las herramientas necesarias.
La solución a la brecha de habilidades ecológicas no es solo contar con más personas, sino con sistemas más inteligentes que ayuden a las personas a hacer más.
Aquí es donde entra en juego la inteligencia artificial (IA). A diferencia de las revoluciones tecnológicas anteriores, la IA está llegando más rápido y con implicaciones más profundas. Se trata de un cambio estratégico que agiliza las operaciones, permite a los trabajadores mejorar la toma de decisiones y acelera la formación. En el sector industrial, la IA puede desempeñar un papel fundamental para cerrar la brecha de habilidades ecológicas, no solo haciendo que las máquinas y los procesos sean más eficientes, sino también empoderando a las personas para que se adapten con confianza.
Reconsiderar lo que realmente significa una fuerza laboral sostenible
A menudo medimos la sostenibilidad en términos de emisiones o consumo energético. Pero para acelerar verdaderamente la transición energética, también debemos reconsiderar cómo se diseña y se reimagina el trabajo con la tecnología.
En los sectores con altas emisiones de carbono, la preparación para el futuro no se limita a las redes inteligentes o los combustibles más limpios. También se trata de empoderar a una fuerza laboral sostenible para que sea:
- Resiliente: equipada con las herramientas adecuadas para navegar por la complejidad con confianza.
- Recualificada: donde el conocimiento institucional no se pierde con la jubilación, sino que se comparte entre generaciones.
- Rediseñada: con un trabajo más seguro y significativo que se vea aumentado y no sustituido por la inteligencia artificial.
El software y la inteligencia industrial son herramientas esenciales para crear una fuerza laboral sostenible. Apoyan la transferencia de conocimientos de los expertos que se jubilan, personalizan las vías de aprendizaje y automatizan las tareas repetitivas, lo que permite a los trabajadores centrarse en actividades de mayor valor, como la resolución de problemas y la toma de decisiones estratégicas.
Cómo la IA industrial puede ayudar a crear una fuerza laboral preparada para el futuro
La IA industrial ya está haciendo posible este cambio. Está ayudando a los ingenieros a pasar de la resolución manual de problemas a la obtención de información predictiva. Está incorporando el conocimiento institucional en las herramientas y los flujos de trabajo cotidianos. Y está creando nuevas formas de colaboración, aprendizaje y liderazgo para los trabajadores.
Pero la tecnología es solo una parte de la ecuación. La verdadera transformación se produce cuando se capacita a las personas para utilizarla, con sistemas diseñados para generar confianza, acelerar el aprendizaje y ampliar los conocimientos especializados en toda la organización. A continuación se presentan tres formas en que los líderes industriales pueden empezar a ponerlo en práctica:
1. Rompa los silos para impulsar la colaboración en la obtención de información
El verdadero valor de la IA no es solo la automatización, sino la información. Pero la información solo es importante si se comparte.
La IA industrial puede ayudar a unificar los datos entre equipos, departamentos y cadenas de valor. Al transformar la información fragmentada en perspectivas enriquecidas por la IA, los equipos pueden colaborar de forma más eficaz y responder más rápidamente a las condiciones cambiantes.
Tomemos como ejemplo a Dominion Energy, líder del sector energético con sede en EE. UU.: gracias al uso del software AVEVA en la nube, ahora recopila y comparte de forma segura datos sobre el rendimiento energético en toda su red norteamericana, lo que proporciona a los equipos y a las diferentes partes interesadas una visibilidad en tiempo real de cómo están avanzando hacia los objetivos de reducción de emisiones de carbono.
En AVEVA, creemos que el éxito sostenible se basa en esta forma de colaboración radical: entre equipos, socios y proveedores de tecnología. Por eso estamos construyendo el ecosistema digital más grande del mundo, para convertir datos dispares en información integrada y fiable que permita una mejor toma de decisiones para apoyar los objetivos de sostenibilidad.
2. Diseñar sistemas de IA que apoyen el aprendizaje continuo
A medida que la IA industrial se encarga de las tareas rutinarias, cada vez se valora más la capacidad humana, desde el pensamiento crítico hasta el juicio ambiental. Las empresas que inviertan ahora en estas capacidades estarán mejor preparadas para afrontar las incertidumbres del futuro.
La IA no puede, ni debe, sustituir al conocimiento institucional. Pero puede ayudar a preservarlo, compartirlo y desarrollarlo con el tiempo. Las mismas herramientas que mejoran la seguridad operativa y el cumplimiento normativo también pueden capacitar a los trabajadores para que aprendan más rápido y se adapten a formas de trabajo más sostenibles.
Cuando AVEVA se asoció con Freeport, ayudamos a localizar la formación digital en todas las instalaciones de Indonesia. Al traducir el contenido de la formación al bahasa indonesio y adaptarlo a las necesidades de los operadores, Freeport impulsó la utilización de la plataforma y la competencia de los trabajadores, al tiempo que aceleró el tiempo de rendimiento.
3. Convierte la experiencia en infraestructura compartida
Un operador con experiencia puede detectar un problema en cuestión de segundos, pero ¿qué ocurre cuando se jubila? Ese es el riesgo de la experiencia no documentada. La IA industrial ofrece una forma de integrar ese conocimiento institucional en las herramientas y los flujos de trabajo cotidianos, lo que facilita el acceso, la aplicación y la evolución de las mejores prácticas probadas.
Con el Asistente de IA industrial de AVEVA, convertimos décadas de conocimientos sobre software en una guía contextualizable y con función de búsqueda. Formado con más de 50 años de experiencia en el sector, ofrece respuestas a preguntas complejas al tiempo que preserva la propiedad intelectual y la seguridad de los datos, lo que permite a los trabajadores operar con mayor autonomía y confianza.
El resultado: una incorporación más rápida, una mejor toma de decisiones y una plantilla resistente que no parte de cero.
Empoderar a la fuerza laboral industrial es una necesidad climática
Si nos tomamos en serio la descarbonización, no podemos permitirnos pasar por alto la infraestructura humana que la sustenta. La transición hacia una energía baja en carbono no solo dependerá de las nuevas tecnologías, sino también de nuestra capacidad para dotar a las personas de las habilidades necesarias para implementar y gestionar las soluciones que ya están a nuestro alcance.
Consciente de la urgencia de crear una fuerza laboral preparada para el futuro, Rafael Segrera, presidente de Schneider Electric Sudamérica, dirige el grupo de trabajo Green Skills and Jobs (Habilidades y empleos verdes) de la COP de Negocios Sostenibles de Brasil para ayudarnos a todos a empezar ahora mismo.
Con sistemas de IA diseñados para generar confianza, con herramientas que apoyan el aprendizaje continuo y con líderes que no ven la IA como un sustituto, podemos empoderar a nuestra gente para que realice su trabajo de la forma más impactante.






