La Asociación Estadounidense de Refinadores de Combustibles y Petroquímicos (AFPM, por sus siglas en inglés) presentó una denuncia formal ante la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), en la que acusa al Gobierno de México de utilizar la lucha contra el contrabando de combustibles como herramienta para afectar a empresas estadounidenses que compiten con Petróleos Mexicanos (Pemex).
El documento, entregado en el marco de las consultas públicas previas a la revisión del T-MEC en 2026, señala que las acciones emprendidas por México contra el llamado “huachicol fiscal” han tenido efectos colaterales sobre los importadores y comercializadores de productos refinados provenientes de Estados Unidos.
“Desde el punto de vista de la aplicación de la Ley, estas acciones parecen positivas luego de que por años México se hiciera la vista gorda ante las importaciones ilegales de combustible”, indica el escrito de 15 páginas presentado por la AFPM. Sin embargo, la agrupación advierte que “México saca ventaja de la justificación de ‘aplicar la ley’ para perjudicar en el camino a los importadores y comercializadores estadounidenses”.
La denuncia se suma a otras preocupaciones expresadas por sectores empresariales de Estados Unidos, que han cuestionado el cumplimiento del trato nacional establecido en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). En particular, señalan que las medidas adoptadas por México podrían constituir una forma de protección desleal a Pemex, al restringir la competencia en el mercado energético.
El tema forma parte de una serie de observaciones que diversas industrias han presentado ante el USTR, en preparación para la revisión del acuerdo comercial. La AFPM agrupa a más de 450 empresas del sector refinador y petroquímico, muchas de las cuales tienen operaciones transfronterizas que dependen de condiciones equitativas en el comercio de combustibles.






