La Comisión Europea propuso este viernes prohibir la importación de gas natural licuado (GNL) de Rusia a partir de enero de 2027, como parte de un nuevo paquete de sanciones económicas. La presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, afirmó que “la economía de guerra de Rusia se sustenta en los ingresos procedentes de los combustibles fósiles… es hora de cerrar el grifo”.
La medida se suma al endurecimiento de restricciones contra el petróleo ruso, incluyendo el veto a 118 buques adicionales que forman parte de la llamada “flota fantasma”, utilizada para evadir sanciones. Con esta ampliación, la lista negra ascendería a 560 embarcaciones. También se propone una prohibición total de transacciones con las compañías Rosneft y Gazprom Neft, así como la congelación de activos de otras empresas energéticas.
El paquete contempla nuevas acciones contra refinerías, comerciantes de petróleo y empresas petroquímicas de terceros países que han facilitado operaciones con crudo ruso, incluidas compañías de China. Von der Leyen aseguró que los ingresos petroleros de Rusia en Europa han disminuido en un 90% en tres años, y que las sanciones seguirán hasta alcanzar una “paz justa y duradera”.
Además, se incluirán restricciones al acceso ruso a tecnologías estratégicas, como inteligencia artificial, datos geoespaciales y recursos críticos utilizados en la producción de armamento. También se ampliarán las sanciones a plataformas de criptomonedas, bancos rusos y entidades de terceros países que han facilitado transacciones para eludir medidas restrictivas.
La Unión Europea busca alinear sus sanciones con los socios del G7 y reforzar el apoyo a Ucrania mediante un esquema de financiamiento basado en activos rusos inmovilizados, sin tocar directamente los fondos. Von der Leyen adelantó que esta propuesta será presentada próximamente como parte de los esfuerzos para sostener la defensa ucraniana.






