Tras la fuga de petróleo en la Terminal Marítima del Consorcio del Oleoducto del Caspio, ocurrida el pasado 29 de agosto durante las operaciones de carga, la empresa responsable informó que no se registraron impactos ambientales ni contaminación costera en la zona de Novorossiysk, en el mar Negro.
El incidente fue contenido de forma inmediata y no requirió el uso de materiales absorbentes, según el comunicado oficial. “No se registró contaminación costera. No se utilizaron absorbentes durante la respuesta a la contingencia”, señaló el consorcio, que opera una de las principales rutas de exportación de crudo desde Kazajistán hacia Europa.
Como parte del protocolo ambiental, el consorcio realiza análisis del agua de mar dos veces al día para detectar la presencia de derivados del petróleo, en colaboración con un laboratorio externo acreditado. Hasta el momento, los resultados se han mantenido dentro de los límites permitidos, según lo informado por la empresa y confirmado en medios especializados.
La zona de Novorossiysk es estratégica para la infraestructura energética regional, y el sistema del Oleoducto del Caspio transportó más de 63 millones de toneladas de crudo en 2024. Aunque el volumen del derrame no fue especificado, el consorcio aseguró que la situación fue controlada sin afectaciones mayores, en un contexto de creciente vigilancia sobre la seguridad ambiental en terminales marítimos.






