Por: Miriam Grunstein
Es hora de escribir el obituario de la reforma de 2013. De mi padre heredé la afición extraña de ensayarlos.
En la lápida de los cambios al sector de EPN labraría esta frase: “Estuvo bien y, bueno, ya estuvo.”
Desde el sexenio pasado, cuando la de 2013 entró en estado vegetativo, al publicarse las reformas constitucionales, hasta el 18 de marzo de 2025, cuando fue declarada oficialmente muerta, algunos hemos pasado, o estamos aún, por algunas de las distintas etapas de duelo que señala la afamada tanatóloga, Elizabeth Kübler Ross.
Negación
“Esta reforma está bien. Es mejor que la de Calderón. 46% de generación es mucha para el sector privado. Las asociaciones mixtas con CFE y Pemex son oportunidades magníficas para la inmaculada inversión. Ninguna empresa amenaza aún con salir de México. Claudia, no sólo tiene un doctorado, sino hasta un premio Nobel. Luz Elena González y Lourdes Melgar hasta se parecen mucho. Son mellizas que alguien separó en el cunero. No pasa nada.”
Ira
“Los chairos (/&%$#* no saben lo que hacen. Van a hundir a México. Pemex y CFE están en ruinas. Adiós al nearshoring. Mañana mismo nos quedamos sin luz, sin gas, sin gasolina, sin esperanza. Víctor Rodríguez Padilla es un académico inútil. ¿Emilia Calleja quién? Claudia es la calca vil de AMLO, no tiene independencia. Este es un sector que debe ser lidereado por egresados del ITAM. Todo mal. Todo mal.”
Negociación
“Fíjate que hubo un foro padrísimo en el Senado donde se sentaron las presidentas de las Comisiones de Energía de Ambas Cámaras con varios y varias líderes de empresas, de la academia y la sociedad civil. Estuvo bien. El presidente de la AMEXHI y Fluvio (todos conocemos a Fluvio) se sentaron en la misma mesa sin tirarse de la greña. De hecho, como Alberto de la Fuente ya perdió la suya y a Fluvio le sobra, en el acto hicieron un intercambio fraternal de pelos.”
Depresión
“México Lindo y querido. Si muero lejos de ti. Que digan que estoy dormido. Y que me entierren en un barril.”
Aceptación
“Tras haber leído con atención el millar de hojas de la Reforma de 2025, reconozco que es lo que hay. Dura lex sed lex. Del millar de hojas que leí, me quedan muchos miles más de dudas sobre sus contenidos. En el proceso de aplicación se despejarán esos nubarrones. También, hay que estar atent@s a los reglamentos, disposiciones administrativas y otro gran alud de normas que habrá que revisar. Lo que vemos en blanco y negro en el papel contiene una gran gama de grises cuyos matices veremos a lo largo del tiempo. En lo personal, me alegra que la Justicia Energética exista en Ley y, francamente, mientras en mi pueblo remoto no haya luz, el nearshoring me vale un kilo de chorizo.
Kübler Ross, sabiamente, advierte que estas fases del duelo no son lineales.
Un día, tras aceptar este modelo, podríamos saltar, de pronto, a la ira, a la negación e incluso a la depresión. Y como es así, y así es, todas estas fases del duelo las he de vivir como los mexicanos: con humor acre, cáustico, persistente y sardónico. Porque haiga sido como haiga sido el modelo energético anterior, este es aún un país libre.
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