Petróleos Mexicanos (Pemex) se enfrenta a una posible intensificación de las presiones financieras en 2025, según un análisis de HR Ratings. La calificadora prevé que la empresa podría enfrentar dificultades, tras reportar un EBITDA de 248,000.5 millones de pesos en 2024, lo que representa una caída del 34.3% respecto al año anterior. Esta disminución en el EBITDA refleja una menor capacidad para generar flujo de efectivo, lo que podría afectar la viabilidad financiera de la petrolera.
En particular, en el cuarto trimestre de 2024, el EBITDA se desplomó un 77%, alcanzando apenas 14,500 millones de pesos, lo que genera incertidumbre sobre la capacidad operativa de Pemex. De no revertirse esta tendencia negativa, Pemex podría enfrentar dificultades para generar el flujo de efectivo necesario para cumplir con sus compromisos financieros.
La calificadora destacó que esta caída en el EBITDA podría tener varias implicaciones. Entre ellas, la posibilidad de que Pemex reduzca sus niveles de inversión, dependa aún más del apoyo gubernamental, como menores cargas fiscales o transferencias adicionales, o bien, disminuya la amortización de su deuda.
Este debilitamiento se ha visto reflejado en los ingresos de la empresa, especialmente en sus exportaciones de crudo. Durante 2024, las ventas externas de crudo cayeron un 9.1%, principalmente debido a una disminución del 17.9% en las exportaciones de crudo y condensados. Sin embargo, las ventas de petrolíferos en el extranjero aumentaron un 5%.
La caída en las exportaciones de crudo se debió a una menor demanda internacional, una reducción del 6.5% en la producción de crudo y la decisión de destinar más petróleo al consumo y procesamiento interno. A pesar de estos desafíos, el precio de la mezcla mexicana de petróleo se mantuvo relativamente estable en 70 dólares por barril, lo que no evitó las dificultades financieras de la empresa.
De acuerdo con HR Ratings, si no se modifican estos factores, Pemex podría enfrentar un panorama complejo en los próximos trimestres.