Petróleos Mexicanos (Pemex) ha iniciado negociaciones con empresas en Europa y Asia para redirigir sus exportaciones de crudo y combustóleo, luego de que el endurecimiento comercial por parte de Estados Unidos impactara el comercio energético con México y Canadá.
Las tarifas arancelarias impuestas por la administración de Donald Trump incluyen un 25% a productos mexicanos y canadienses, y un 20% a mercancías provenientes de China. Estas medidas afectan hasta 2.2 billones de dólares anuales en comercio con los principales socios de EU, lo que ha llevado a Pemex a buscar alternativas en mercados como China, India, Corea del Sur y Japón.
Según fuentes gubernamentales y de PMI, el brazo comercializador de Pemex, el petróleo mexicano tiene demanda en Asia debido a la capacidad de las refinerías en esa región para procesar crudo pesado. Actualmente, el 80% de las exportaciones de Pemex tienen como destino EU, que absorbe el 75% del crudo Maya enviado al extranjero.
Descartan descuentos para mantener mercado en EU
A pesar de la incertidumbre en el mercado, una fuente gubernamental descartó que Pemex ofrezca descuentos para mantener su presencia en EU. Una vez vencidos los contratos vigentes con clientes estadounidenses este mes, se espera que gran parte del crudo que actualmente se envía a ese país sea redirigido a otros mercados.
Las refinerías estadounidenses, sin embargo, no han dado señales de abandonar las compras de crudo mexicano.
Producción y exportaciones en descenso
México continúa como un productor clave de petróleo, pero la producción en sus yacimientos más antiguos ha caído a mínimos en más de cuatro décadas. En 2024, Pemex exportó un promedio de 806,000 barriles por día (bpd), de los cuales el 57% tuvo como destino EU.
En enero de 2025, las exportaciones se redujeron un 44% interanual, alcanzando 532,404 bpd, el nivel más bajo en décadas. La empresa ha reconocido que enfrenta problemas de calidad en su crudo, lo que ha complicado su colocación en el mercado.
Tanto México como Canadá representan en conjunto una cuarta parte del crudo procesado por las refinerías estadounidenses, de acuerdo con datos del Departamento de Energía de EU.