La Unión Europea ha lanzado una nueva hoja de ruta en la COP29 de Bakú, enfocada en reducir las emisiones de metano asociadas a la producción y consumo de energía fósil en un 30% para 2030. Este plan busca fortalecer la cooperación internacional entre países importadores y exportadores de combustibles fósiles, la Agencia Internacional de la Energía y diversas organizaciones no gubernamentales (ONG), con el objetivo de mejorar los sistemas de seguimiento, notificación y verificación de las emisiones de metano.
Wopke Hoekstra, comisario de Acción por el Clima de la UE, destacó que esta acción es una de las más económicas y efectivas en la lucha contra el cambio climático, al tiempo que refuerza la seguridad energética. La hoja de ruta también incluye medidas concretas como el uso del sistema OGMP 2.0 para el seguimiento de emisiones y un plan detallado para la reducción de emisiones de activos existentes, con un calendario y recursos humanos definidos.
Este esfuerzo se enmarca dentro del Compromiso Mundial de Reducción de Emisiones de Metano, impulsado por la UE y EU, que ya cuenta con el apoyo de más de 150 países. Los primeros ejemplos de esta colaboración se presentarán en la COP30 de Brasil.
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