Francia está intensificando su presencia en México a través de importantes inversiones en sectores como la energía, la automotriz y la salud. Así lo anunció Delphine Borione, embajadora de Francia en México, quien subrayó el fuerte interés de las empresas francesas en modernizar y ampliar sus operaciones en el país.
En el sector automotriz, se prevé una inversión de 800 millones de dólares durante los próximos cinco años, enfocada en optimizar las operaciones existentes. En el ámbito energético, se proyectan inversiones por 2,500 millones de dólares destinadas al desarrollo de hidrógeno verde, un paso clave hacia la transición energética más limpia. Además, en el sector salud, se destaca el avance en el desarrollo de productos como el probiótico heterogermina, que busca mejorar las opciones de bienestar en México.
La embajadora Borione también mencionó que estos proyectos se acompañan de esfuerzos en innovación, transferencia de tecnología y desarrollo de infraestructura, elementos esenciales para fortalecer la relación económica entre ambos países. En este sentido, destacó a México como una plataforma estratégica para acceder a los mercados de Norteamérica y Latinoamérica, aunque advirtió sobre desafíos como garantizar acceso a energía limpia, mejorar infraestructura, asegurar recursos hídricos y desarrollar talento humano.
Por su parte, Hajer Najjar, directora general de la Cámara de Comercio e Industria (CCI) Francia México, hizo hincapié en la cautela de las empresas francesas ante el panorama político, especialmente con las próximas elecciones en Estados Unidos y las reformas recientes en México. Sin embargo, afirmó que las empresas ya establecidas en el país continúan sus actividades y siguen creciendo.
Najjar reafirmó que México sigue siendo un país de oportunidades, destacando la importancia de un entorno estable para fomentar la inversión. La colaboración entre Francia y México no solo fortalece la confianza empresarial, sino que también asegura que las inquietudes de las empresas se atiendan frente a los cambios políticos y económicos.
En resumen, las inversiones francesas en México reflejan un compromiso a largo plazo que promete beneficiar a ambos países, promoviendo el crecimiento económico y la innovación en sectores clave.