Acclaim Energy es una empresa de consultoría independiente con presencia en México, Canadá y Estados Unidos. Su objetivo, desde sus inicios en 2003, es minimizar los costos totales de energía y generar valor a través de enfoques probados e integrados de gestión energética para sus asociados, de manera que se favorezca el acceso a las energías renovables.

Actualmente, México transita hacia la meta de llegar al 35% de energías renovables para el año 2035. En 2021 reportó un avance de 29.5% en la generación con fuentes limpias; tan sólo 0.5% por debajo de la meta establecida en la Ley de Transición Energética. “Hemos avanzado en cuestión de energías renovables y en el balance de portafolio para llegar a la meta que se quiere lograr, pero no lo suficientemente rápido”, compartió para Global Energy María José Treviño, directora general de la empresa en el país.

Urge infraestructura energética limpia para soportar nuevas inversiones

Agregó que la demanda energética sigue siendo proyectada a un crecimiento anual del 3%, debido al fenómeno del nearshoring que se está dando en México y el cual seguirá incrementando por la correlación entre la demanda energética y el crecimiento económico del país, ya que la manufactura, que ha llegado o está llegando a México, requiere de energía eléctrica.

“Es necesario impulsar más a las energías renovables, sobre todo en la obtención de permisos para nuevas generaciones que no se han otorgado en los últimos años y que el país requiere para satisfacer su demanda”.

Las inversiones son un punto clave para el crecimiento del sector energético e industrial en general. En el año 2022, México obtuvo una inversión extranjera directa de 35 mil millones de dólares, la más alta desde el 2016. Desde la posición geográficamente estratégica del país, así como la integración con América del Norte, el incremento de inversiones se vio reflejado en la expansión de las plantas industriales.

Con la situación macroeconómica en la que nos encontramos actualmente, el impacto que se obtuvo en la cadena de suministro a nivel global fue negativo; los riesgos que se asumieron, así como los costos tan importantes, obligaron a las empresas, que contaban con proveedores en localidades de extranjeras, a la relocalización de la cadena de suministro de su producción a fin de encontrarlos más cerca a ellos.

“Si queremos incrementar la demanda y aprovechar para que esas empresas generen empleos, necesitamos invertir en infraestructura energética y en nuevas plantas de generación. La mayoría de estas empresas están atadas a una cadena suministro con metas muy agresivas en cuestión a sostenibilidad. Esto nos dice que tenemos que invertir energías renovables y facilitarles la estancia aquí en México”, detalla la experta.

Destacó que nuestro país ha sido un importante exportador de petróleo durante décadas, y que nos encontramos expuestos a los vaivenes de los precios energéticos, a la dependencia de gas, y de todo el proceso de petróleo. Pero, igualmente, el país cuenta con recursos naturales que podrían apoyar a la diversificación del portafolio, lo que lograría un avance a la transición energética que, internacionalmente, se pide a gritos.

“Se requiere inversión en el sector energético para frenar las emisiones, porque este es uno de los sectores más contaminantes. Tenemos que actuar sobre los activos de generación de hoy, pero utilizando fuentes más de combustible más limpias; creando, invirtiendo en tecnología para optimizar y para que las nuevas plantas de generación sean menos contaminantes”.

Además de reducir las emisiones, lo anterior desataría importantes beneficios de salud para la sociedad y un sinfín de beneficios para todos, recordando que México compite con otros países en la búsqueda del desarrollo de su economía; la atracción de empresas, y que esa inversión permanezca en el país.

Mujeres ganan participación en el sector

La participación de las mujeres en cualquier industria conlleva desafíos, y la industria energética no es la excepción. Esta se caracteriza por ser predominantemente masculina, tanto por el perfil de la industria como por sus actividades, lo que representa un doble desafío en términos culturales y técnicos. Asimismo, el desafío radica en la falta de desarrollo de las mujeres en áreas de STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), lo que dificulta su acceso al proceso de contratación y su ascenso en la escalera corporativa.

Sin embargo, la experta considera que la participación de mujeres en la industria ha ido mejorando; “yo sí veo más y más mujeres, y mucha sororidad, mucho impulso hacia romper techos de cristal, y a impulsar que alguien más tenga oportunidades”.

En general, a nivel mundial, se observa que las energías renovables son más atractivas para la nueva generación, debido a que son más conscientes del medio ambiente y contribuyen a reducir las emisiones. Para la directora de Acclaim Energy, esta nueva ola de contrataciones está viendo una mayor participación de mujeres, y las estadísticas lo demuestran.

En 2019, se informó que aproximadamente el 32% de los trabajadores en el sector de energías renovables eran mujeres, mientras que en el sector de energía en general, el número desciende a 22%.

En México se habla de una participación de mujeres de alrededor del 20% en general, pero se espera que este número aumente si se brinda a las empresas las facilidades necesarias para hacerlo. “Definitivamente creo que desde el Consejo debemos impulsar la diversidad, para que se tomen decisiones considerando diferentes perspectivas. No solo en cuanto a género, sino en otros tipos de diversidad que enriquecen la conversación, el cuestionamiento y la toma de decisiones bajo diferentes ángulos”.

En México es posible acceder a la información pública de las empresas que participan en el mercado de capitales y sólo un pequeño porcentaje son mujeres. “Debemos empezar por ahí, de arriba hacia abajo, donde se toman realmente las decisiones. Nadie podrá entrar desde abajo si en la cima no hay conciencia de la necesidad de generar estos cambios y si no están convencidos del valor que aportan”, agrega la experta.

Existen numerosos estudios que demuestran cómo la diversidad de género puede generar beneficios económicos significativos. Esta diversidad impacta positivamente en las finanzas y puede ahorrar costos al reducir el riesgo. Además, permite pensar de manera más estratégica y tener diferentes perspectivas, lo que puede llevar a entrar en nuevos mercados y generar mayores ingresos.

Finalmente, enfatizó el hecho de que todo es un proceso de adaptación y de crear estrategias y mecanismos para impulsar la participación. “No se trata de cumplir con una cuota, sino de lograr un sinfín de beneficios. No porque seamos mujeres, sino porque la compatibilidad genera esa riqueza y ese valor económico para la empresa”.

“Tenemos una gran responsabilidad, de cuestionarnos y abordar el reto de impulsar un pensamiento estratégico sobre cómo transicionar los activos actuales hacia unos más responsables. Definitivamente, podemos apoyar a todos los interesados en la transición energética en temas de ESG, cumplimiento ambiental, social y de gobernanza. Debemos entender poco a poco las prioridades y cómo pueden ir evolucionando. Nos encantará seguir apoyando el desarrollo de esta industria en este sentido”, concluyó María José Treviño.