De acuerdo con el reporte mensual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) para el Área Metropolitana de Monterrey (AMM), elaborado por el Centro de Investigaciones Económicas (CIE) de la Universidad Autónoma de Nuevo León, la inflación anual de junio de 2021 a junio de 2022 aumentó 10.693%, hecho que se explica por el incremento en los precios de la energía eléctrica, gasolina, gas natural y LP, así como en otros insumos como el agua potable y algunos alimentos.
Por otra parte, de acuerdo con el reporte del CIE, familias con menores ingresos en el AMM perdieron mayor poder adquisitivo, pues el IPC para los estratos bajo y marginal subió un 12.237% en el mismo periodo. Es decir, el aumento en la inflación anual afecta de manera más directa a dichos estratos sociales, pues la compra de bienes en conjunto representa mayor proporción de su ingreso familiar.
En esta zona, la inflación ha permanecido por arriba del 4% en el periodo que comprende abril de 2021 a junio 2022. Según el IPC general, en junio de 2022 la inflación anual alcanzó los dos dígitos al ubicarse en 10.693%, cifra similar a la de periodos de alta inflación que se presentaron en marzo de 2001 y de 2017. En este año, la inflación anual que enfrentan las familias regiomontanas sigue la tendencia mundial; en algunos países se han registrado incrementos generales de precios, que no se habían observado en varias décadas.
Asimismo, el CIE destaca que el comportamiento de la inflación anual se debe, entre otras cosas, a las presiones que ha generado la pandemia del Covid-19 sobre la oferta y la demanda agregadas. De igual forma, tiene relación con la guerra entre Rusia y Ucrania, pues se ha detonado la escalada en los precios del petróleo y las gasolinas, no solo en México, sino a nivel internacional. Las tarifas de energía eléctrica domesticas 1C y de alto consumo (DAC) también han registrado aumentos, un comportamiento que consistente con el alza mundial del precio de electricidad. Finalmente, debido a la sequía que ha enfrentado el estado de Nuevo León desde inicios de año, las autoridades tratan de desincentivar el consumo innecesario de agua y, tan solo en el mes de abril, las tarifas de agua tuvieron un incremento anual del 38.644%, un aumento que no se había observado desde 2011.