El Pleno del Senado de la República inició desde esta mañana la discusión de la reforma energética propuesta por el Ejecutivo Federal, la cual busca fortalecer a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como empresas públicas del Estado.
El dictamen contempla la expedición de ocho leyes, entre ellas, la Ley de la Empresa Pública del Estado de Pemex y CFE, la Ley del Sector Eléctrico y la Ley del Sector Hidrocarburos. También modifica diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y de la Ley del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo.
La presidenta de la Comisión de Energía, Laura Itzel Castillo Juárez, explicó que la reforma establece que Pemex y la CFE no serán consideradas entidades monopólicas y mantendrán al menos el 54% de la generación de energía que se inyecta a la red del sistema eléctrico nacional. Además, el proyecto incorpora el concepto de «justicia energética» y otorga preferencia a Pemex en la asignación de exploración y extracción de hidrocarburos.
Otro de los puntos centrales es la reducción de la carga fiscal de Pemex mediante un esquema denominado «derecho petrolero para el bienestar», que unifica los derechos de exploración, extracción y utilidad compartida en un solo impuesto.
Las reformas también plantean la desaparición de empresas subsidiarias de Pemex y CFE, con el objetivo de consolidarlas como entidades productivas con carácter público. Asimismo, se enfatiza la planeación a mediano y largo plazo para garantizar la seguridad y autosuficiencia energética del país.
Tras la presentación del dictamen, los distintos grupos parlamentarios comenzaron la exposición de sus posturas en el Pleno del Senado.