Moody’s advirtió que la calificación crediticia de Pemex enfrenta un riesgo mayor que los aranceles impuestos por Estados Unidos: la falta de inversión en la producción de petróleo. La agencia calificadora señaló que la petrolera mexicana enfrenta desafíos significativos, que podrían afectar aún más su flujo de efectivo, especialmente debido a su creciente deuda financiera y la reducción de exportaciones para atender la demanda interna de combustibles.
Actualmente, Pemex produce 1.6 millones de barriles diarios de petróleo crudo y condensados, una cifra que ha caído presionada por sus adeudos multimillonarios. A pesar de haber estabilizado su producción en 2023 después de 20 años de declive, la empresa se enfrenta a nuevos retos, como el agotamiento de campos antiguos y los limitados resultados de los nuevos desarrollos. La administración de Claudia Sheinbaum ha establecido una meta de 1.8 millones de barriles diarios por razones medioambientales, pero esto no ha sido suficiente para contrarrestar las dificultades financieras.
El Gobierno mexicano ha asignado una inversión anual de 16.86 mil millones de dólares (345.5 mil millones de pesos) a Pemex durante este sexenio, lo que representa una reducción en comparación con el periodo anterior. Esta inversión busca estabilizar la empresa frente a su deuda de 97.6 mil millones de dólares, que es la más alta entre las petroleras del mundo, con vencimientos superiores a los 20,000 millones de dólares entre 2025 y 2026.
Moody’s también destacó que, a pesar de los esfuerzos del Gobierno mexicano por apoyar a Pemex, la petrolera continúa enfrentando presiones económicas. La falta de inversión en nuevas exploraciones es vista como uno de los principales riesgos, por encima de los efectos de los aranceles impuestos por Estados Unidos. La reducción de crudo disponible para exportación, provocada por un aumento en la demanda interna de combustibles, también podría afectar gravemente el flujo de efectivo de la empresa.
En relación con los aranceles, Moody’s indicó que, aunque México ha recibido un trato preferencial en materia de tarifas comerciales, cualquier represalia arancelaria de parte de México también perjudicaría a Pemex, que importa aproximadamente el 60% de su gasolina y el 50% de su diésel de Estados Unidos. Esta dependencia podría generar mayores costos para los consumidores mexicanos si se imponen tarifas adicionales.
Para mitigar estos riesgos, Pemex mantiene una política de diversificación de mercados, buscando alternativas a los precios competitivos para satisfacer la demanda interna. Sin embargo, el reporte de Moody’s enfatiza que la situación financiera de Pemex sigue siendo vulnerable ante la combinación de su deuda, la falta de inversión y los posibles efectos de los aranceles.