El senador republicano Dan Sullivan presentó un proyecto de ley en Estados Unidos que busca prohibir las exportaciones de gas natural, producido o refinado en ese país, a través de terminales ubicadas en México. La iniciativa argumenta que estas exportaciones representan riesgos económicos y de seguridad nacional debido a señalamientos de corrupción y robo de combustibles en territorio mexicano.
Sullivan subrayó que el gas natural estadounidense debe exportarse desde terminales dentro de Estados Unidos, señalando que países “con gobiernos corruptos como México” no son adecuados para este propósito. En la propuesta, se prohíbe explícitamente exportar gas con la intención de utilizar terminales extranjeras para su distribución.
Corrupción en México: un factor clave en la iniciativa
La propuesta menciona que México ocupa el lugar 126 de 180 en el Índice de Percepción de la Corrupción 2023 de Transparencia Internacional. Sullivan también cita declaraciones del expresidente Andrés Manuel López Obrador sobre el robo de combustible, afirmando que la mayor parte de este delito es facilitada por funcionarios, policías y empleados de Pemex con acceso a información interna.
Asimismo, se menciona que trabajadores de Pemex han sido víctimas de amenazas y violencia por parte de cárteles criminales para obtener datos sobre oleoductos, lo que agrava las preocupaciones de seguridad en la industria energética.
Críticas al manejo del sector energético y al T-MEC
El proyecto también cuestiona las reformas recientes en México, argumentando que la centralización del poder gubernamental y la politización del Poder Judicial ponen en peligro la imparcialidad legal y la estabilidad contractual. Sullivan advirtió que estas acciones violan los compromisos del T-MEC al priorizar a empresas estatales como Pemex y la CFE sobre inversionistas privados, además de erigir nuevas barreras al comercio y la inversión extranjera.
La propuesta concluye que permitir que el gas natural estadounidense se exporte desde terminales mexicanas no favorece los intereses comerciales ni de seguridad nacional de Estados Unidos.