Un total de 28 compañías manifestaron interés en colaborar con Pemex en nuevos proyectos de inversión, según reveló Ángel Cid, director de exploración y extracción de la compañía, durante una llamada con analistas. Además, aseguró que la estatal identificó 11 proyectos que podrían desarrollarse bajo esquemas de coinversión, incluyendo áreas terrestres, aguas someras y profundas.
Los proyectos se encuentran en distintas etapas, desde desarrollo inicial hasta campos maduros. Pemex prevé publicar “en breve” las bases y el proceso de selección, aunque no se precisó una fecha. El modelo de desarrollo mixto está permitido por la legislación vigente y busca incrementar la producción nacional, aunque con condiciones menos favorables para los privados, como una menor recuperación de costos.
Entre los interesados figura Grupo Carso, propiedad de Carlos Slim, que expresó disposición para ampliar su participación con Pemex. “Hay más posibilidad de garantizar la fuente de pago”, señaló el conglomerado, en referencia a la estabilidad financiera que ofrece trabajar con la estatal.
Pemex enfrenta una presión financiera significativa, con pasivos por 98,800 millones de dólares y una producción en declive. Para cubrir sus necesidades operativas, la Secretaría de Hacienda alista una emisión de notas precapitalizadas (P-Caps) por hasta 10,000 millones de dólares, destinadas a refinanciar préstamos bancarios, según explicó Alberto Jiménez, director asociado de finanzas.
Aunque el gobierno ha favorecido a Pemex en la legislación energética, la apertura a esquemas de coinversión refleja un giro pragmático. La petrolera busca atraer capital y tecnología privada para cumplir con su meta de 1.8 millones de barriles diarios, en medio de retrasos operativos y limitaciones presupuestarias.






