Los gobiernos de México y Estados Unidos consolidaron un nuevo acuerdo de cooperación en seguridad que, por primera vez, incorpora la prevención del robo de combustible como parte de la agenda bilateral. El mecanismo fue anunciado tras la visita oficial del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, quien se reunió con la presidenta Claudia Sheinbaum y el canciller Juan Ramón de la Fuente.
El programa contempla la creación de un grupo de alto nivel que dará seguimiento a acciones específicas en la frontera, como la eliminación de túneles clandestinos, el fortalecimiento de inspecciones y la persecución de flujos financieros ilícitos. De la Fuente subrayó que el trabajo conjunto se realizará “con respeto a la soberanía y sin subordinación”.
A diferencia del Entendimiento Bicentenario, firmado en el sexenio anterior, el nuevo acuerdo reconoce al robo de hidrocarburos como una amenaza compartida. Ambos gobiernos coincidieron en que el crimen organizado transnacional requiere una respuesta coordinada, sin vulnerar los marcos legales de cada país.
Rubio calificó la cooperación actual como histórica y destacó que en los últimos ocho meses se han logrado resultados concretos en inteligencia, intercambio de información y operaciones conjuntas. Entre ellos, la entrega de 55 capos requeridos por la justicia estadounidense.






